La reconversión de la orujera de Baeza ya tiene un “sí” municipal

El proyecto privado se aprueba inicialmente, en el marco del Plan de la Cornisa Sur

02 dic 2016 / 12:37 H.

Fumata blanca, por fin y nunca mejor dicho, al proyecto de la empresa Oleícola Jaén para transformar su actual orujera de Baeza en una almazara visitable. Esta sociedad y el Gobierno local mantienen una “histórica controversia” que, primero, se centró en las exigencias municipales de que cesara la emisión de humos, por “peligrar” el título de Patrimonio de la Humanidad concedido por la Unesco en 2003, y que, últimamente, se fundamenta en los tiras y aflojas para impulsar un proyecto de reconversión de la fábrica que, efectivamente, implicará un cambio radical de la imagen de la fachada meridional del casco urbano y que no haya humos. La alcaldesa, la socialista Lola Marín, siempre defendió que, antes de aprobar la propuesta empresarial, tenía que tener el visto bueno inicial el llamado Plan Especial de Protección de la Cornisa Sur de Baeza. Este norma desarrolla el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), ya aprobado, pero con una regulación específica para esta parte del término municipal. La regidora aclaró ayer de que, una vez dado este paso, no hay inconveniente para admitir a trámite el proyecto que propone Oleícola Jaén.

¿Qué ocurrirá ahora? La máxima responsable municipal, que informó de estos avances en una rueda de prensa, aclaró que, una vez que la empresa recibe el primer sí del Ayuntamiento, deberá seguir la tramitación necesaria en la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio y Cultura. Precisamente, esta última área de la Junta delegó gran parte de sus competencias en materia de obras al Ayuntamiento y, merced a ello, cuestiones como la concesión de licencias de obras en el ámbito del Plan Especial del Casco Histórico se dirimen directamente en la Comisión Local de Patrimonio. Este órgano, como precisó Marín, permitirá acortar plazos administrativos; está compuesto por siete miembros, entre los que hay arquitectos, historiadores y arqueólogos que asesorarán a la Alcaldía.

En el caso de la transformación de la orujera, al igual que otras tres peticiones similares que, según Marín, tiene el Ayuntamiento sobre la mesa, tendrá su autorización definitiva cuando el proyecto pase los filtros previos. Marín aprovechó para calificar como una forma de “chantaje” y presión, a favor del proyecto de Oleícola Jaén, el bronco pleno celebrado el pasado 10 de noviembre, a petición de la oposición. Ese día, el PP, IU y Ciudadanos trataron, en balde, que la regidora admitiera a trámite el proyecto de la orujera. Para ello, se apoyó en tres informes distintos, que afirman que no hace falta que se aprueba el Plan Especial de Protección de la Cornisa Sur de Baeza y que con el “encaje” de la iniciativa empresarial en el PGOU es suficiente. Joaquín Morillo, director de Producción y Marketing de Oleícola Jaén, asegura que, en cualquier caso y de “haberse enterado por la prensa”, la compañía está satisfecha de que se haya dado este paso, aunque cree que se ha perdido el tiempo, al haber solicitado permiso para la reconversión en septiembre de 2015. El empresario confía en que el plan de la fachada sur se aprueba en unos seis meses y que no sea contradictorio con el PGOU, lo que podría paralizar el proyecto. Si es así, la reconversión de la industria puede comenzar en un año. Sobre la polémica política, deja claro que no se busca “chantajear”, sino impulsar una inversión interesante para la ciudad, de seis millones de euros.