La Justicia obliga a demoler un chalé en Alcaudete

Medida drástica. La Audiencia Provincial refrenda una sentencia del Juzgado de lo Penal número 3 de Jaén, que condenó a un año de cárcel, por un delito contra la ordenación del territorio, a un particular por una edificación levantada en Alcaudete y acordó la demolución de lo construido. También se imponía una multa de doce meses, con una cuota diaria de seis euros y la inhabilitación especial para cargo de promotor y constructor por un año, más el pago de las costas procesales causadas. La Justicia considera probada que el procesado usó una parcela de 11.947 metros cuadrados, situada en suelo clasificado en el Plan General de Ordenación Urbana como no urbanizable, para las obras. Detalla que en el terreno, adquirido por su esposa, realizó, en calidad de promotor y constructor, en el periodo comprendido entre febrero de 2012 y mayo de 2015, una edificación de 84,62 metros cuadrados con tipología y uso residencial, con una caseta anexa de 17,16 destinada para aseo y un porche de 18,8, aparte de una piscina de 58,5, una pista de pádel de 203,01 —con solera de hormigón valalda perimetralmente con una cerca de material transparente y mástiles metálicos— y un solarium. El tribunal establece qu eno son edificaciones no autorizables y sin la obtención de la preceptiva licencia.

Con la demolición se busca restaurar el suelo a su situación anterior. El responsable presentó un recurso, cuya argumentación no cuenta con el apoyo de la Audiencia. El encausado pretende su absolución y no tener que tirar las edificaciones o, al menos, dejar el inmueble en la situación que tenía cuando fue comprado. El Ministerio Fiscal apoyó la demolición y el castigo penal. El responsable de los hechos esgrimió un error en la valoración de la prueba por parte del juzgado jiennense porque, a su juicio, las obras eran legalizables y atribuía la denuncia presentada por un vecino a una cuestión personal. También se echa por tierra la estrategia de la defensa que hablaba, por ejemplo, de que había una edificación de 1956, un estanque —convertido en piscina— y de que los trabajos intentaban mantener las condiciones de uso y habitabilidad del inmueble. No obstante, reconocía la deforestación en la zona como “constante”. La Audiencia subraya el aumento en las dimensiones sobre la casa original.