La Junta acaba con el “cementerio” de ruedas

La retirada en la finca de Jabalquinto culminó el pasado diciembre

17 ene 2020 / 16:20 H.
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La Junta de Andalucía culminó los trabajos de retirada de las 8.000 toneladas de neumáticos usados en la finca ubicada en el paraje de “El Llano”, perteneciente al término municipal de Jabalquinto, pero que se halla muy cerca del núcleo urbano de Mengíbar. Fue el pasado diciembre cuando se escribió el punto final de esta tarea, llevada a cabo a través del Grupo Tragsa, lo cual significa que acabaron cumpliéndose las previsiones de la delegada territorial de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, Soledad Aranda, del pasado julio. En verano, aún quedaban por retirar más de 4.000 toneladas de ruedas, una responsabilidad que asumió la Junta ante la imposibilidad, por parte de la empresa dueña del depósito, de hacer frente a la misma. Los trabajos empezaron en diciembre de 2018, tal y como confirmó el entonces delegado territorial de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, el socialista Juan Eugenio Ortega, si bien desde marzo del año pasado se ejecutaban de forma obligada por la sentencia del Juzgado número 1 de Linares, tras la denuncia presentada por la Fiscalía Especializada en Delitos Medioambientales.

Unos dos millones de euros costó a la Junta dar por cerrado este caso, algo que se había convertido en una prioridad, más allá de porque pesara una sentencia de retirada sobre el mismo, por el riesgo de que se produjera un incendio en las instalaciones —sobre todo, en épocas de altas temperaturas— que afectara a la ciudadanía mengibareña y al entorno natural cercano al recinto. Al respecto, cabe destacar que este se halla a 1,3 kilómetros de Mengíbar y a tan sólo 150 metros del río Guadalquivir. Por ello, el método empleado por los profesionales de Tragsa para “limpiar” la finca de esta serie de neumáticos respondió, del mismo modo, a criterios de prevención de riesgos. El primer paso fue la clasificación de las ruedas, un trabajo que, por un lado, facilitó la propia recogida, y, por otro, rebajó las consecuencias de un posible incendio, dado que el material se agrupó en montones lo suficientemente separados los unos de los otros como para que, si hubieran surgido llamas en uno de ellos, estas no pudieran llegar a alcanzar a los neumáticos cercanos. Las cantidades que cargaban los camiones de gran tonelaje empleados durante la “limpieza” variaban según el tipo de neumático que se recogía, a saber, de automóvil, de camión, agrícola e industrial. Por ejemplo, cuando se trataba de material industrial, los vehículos transportaban las cargas más pesadas: entre 16.000 y 17.000 kilos en cada viaje. Tras ello, las cargas se fueron trasladando a tres centrales de reciclaje: Renean, en Espeluy; RMD, en Aznalcóllar (Sevilla), y Reciclajes La Mancha, en Campo de Criptana (Ciudad Real). Aranda explicó el pasado julio que el material sería utilizado en la industria del caucho y la textil, entre otras.

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