La incombustible fuerza de un hombre de Dios

Robustiano Gallego Muñoz, que lleva 60 años como sacerdote, tiene más vigor que nunca

02 dic 2018 / 11:28 H.

Como un ciclón pasó por el escenario a Robustiano Gallego Muñoz, Premio Arciprestazgo de Úbeda en la IV Gala Pasión Cofrade. Este año se cumplen 60 años de su ordenación y “don Robustiano” hace gala de una gran vitalidad como hombre entregado a la Iglesia, y desde que llegó a Úbeda, en gran medida, a la labor de las cofradías. Una tarea que va más allá de su parroquia San Isidoro, ya que se extiende al resto por haber sido mucho tiempo consiliario de la Unión de Cofradías. Con más de 80 años no ha perdido su vitalidad y colabora con todo el mundo. En Semana Santa se presta a las hermandades ubetenses y a su rica Pasión.

“Los cristianos también tenemos líder, Jesús, hijo de María, que se juntaba con los pobres, a los que tenían acribillados a impuestos los romanos”, dijo el sacerdote que tomó la palabra y fijar su postura a horas de que se celebran las elecciones para elegir quien estará al frente del Gobierno de la Junta de Andalucía. Pero, él, a lo suyo, es decir, a trabajar para llevar la palabra de Dios. “Tenemos los cristianos un reto, que es la nueva evangelización, como Jesús, hablando con el pueblo, igual que él, que dio su pellejo por el pueblo, por que Jesús muere como los grandes, dando testimonio de su palabra”, aseguró. Robustiano Gallego Muñoz anunció: “El año que viene cumplo mis bodas de platino (60 años)”. Y también relató una de sus primeras vivencias, precisamente, en Bedmar: “Aquí llegué hace 46 años y me parecía muy grande. Esto es mucho para mí pensé y alguien me dijo ‘empieza que yo estoy contigo’. No conozco un fracaso pastoral, un desaliento. Por eso le digo al Señor, ahora que no tengo la fuerza de los jóvenes para ir con las redes a pescar a alta mar, dame un anzuelo que pesque uno a uno en la orilla y los lleve tierra firme. Siempre voy a trabajar en nombre de Jesucristo, a eso se lo debo todo y , en su nombre, seguiré pescando mientras pueda”. El público le brindó uno de los mayores aplausos de la noche, como ejemplo de la fuerza que inculcan las férreas convicciones. El reconocimiento se lo entregó su compañero en Úbeda, el cura Antonio Vela.