Devoción a la Virgen del Rosario

Vecinos de La Carolina celebraron la romería en el paraje natural Aquisgrana

10 oct 2016 / 11:26 H.

La ciudad de La Carolina festeja estos días la ya tradicional romería en honor y gloria de la Virgen del Rosario. Los actos se iniciaron con el traslado de la venerada imagen desde su capilla, ubicada en el barrio de la Estación, hasta la parroquia de San Juan de la Cruz, templo en el que se celebró una eucaristía en honor de la imagen titular. A continuación llegó, por segunda vez, dos jornadas de verbena popular, a cargo de la prohermandad de la Virgen, en la Plaza de la Estación, con barra para degustar productos típicos de la variada gastronomía jiennense.

Posteriormente, durante la tarde del sábado, hubo una misa de capataces y costaleros de La Carolina. A continuación, las calles de las zonas centro y sur del casco urbano acogieron la procesión de la imagen titular de la Virgen del Rosario, que contó con el acompañamiento de las hermandades y cofradías de Pasión y Gloria. Al final del desfile procesional se entonó la tradicional “Salve, Madre”. También el domingo hubo una solemne misa de romeros en el Parque de la Estación, que estuvo oficiada por el arcipreste de esta ciudad y consiliario de la prohermandad, Carmelo Lara Mercado.

Tras ello, el simpecado del Rosario inició su peregrinar hasta la zona recreativa existente en el parque forestal Aquisgrana, junto a la vega del río La Campana. Durante los kilómetros que separan el lugar de la romería, del casco urbano carolinense, la talla de la Virgen del Rosario fue portada por medio centenar de devotos hasta las inmediaciones del polígono industrial Aquisgrana y, después, la imagen fue subida a la carreta de la asociación de gloria organizadora de la fiesta para viajar hasta el paraje natural minero de la Aquisgrana. A las doce del mediodía se realizó la tradicional “pará”, donde se rezó el ángelus, inmersos en plena naturaleza y en comunión con el entorno.

ubicación. Por tercer año consecutivo se decidió celebrar la cita religiosa y romera en La Aquisgrana, después de haberse llevado a cabo durante diez años junto al río Acero, en la zona opuesta a la de esta edición. Se optó por ir hasta allí porque tiene un camino totalmente asfaltado y una gran explanada para ubicar a los cientos de romeros que participan cada año, según expresó la vicepresidenta de la hermandad, Antonia Fernández Marín. Durante toda la jornada festiva, la Virgen del Rosario presidió, desde una pequeña carreta convertida en improvisado altar, el devaneo de un multitudinario público formado por personas de todas las edades, que compartieron viandas y amabilidad. Ya avanzada la tarde el símbolo religioso regresó a la iglesia que lleva su propio nombre. La romería finalizó con una lluvia de pétalos de flores y palmas a compás en la puerta de entrada al templo.

La festividad lúdica y fervorosa fue organizada por la prohermandad de Gloria que lleva el nombre de la patrona del barrio de la Estación de La Carolina. Anteriormente estaba a cargo de la asociación vecinal Santo Reino.