La búsqueda de grafito en Huelma seguirá adelante

La Consejería de Hacienda, Industria y energía de la Junta de Andalucía, a través de la Delegación del Gobierno en Jaén, ha sometido a exposición pública —hasta el próximo 8 de enero de 2020— la prórroga de tres años para que la empresa madrileña Tajus Minerals, S. L., dedicada a la valoración de yacimientos de alto valor añadido, continúe con la investigación “Niña Linda” en la zona sureste de Huelma comprendida entre los parajes del Cortijo de la Cañada de El Cura, el Cortijo de Piletas Bajas y los Barrancos de Toledo. El objetivo, seguir con los trabajos para hallar recursos de grafito —un mineral incluido en la sección C de la Ley de Minas— y contemplar la posible explotación minera de la zona y la comercialización del producto, que se emplea en la fabricación de piezas de ingeniería y que se usa como lubricante sólido.

Se trata este del último paso antes de conceder el pertinente permiso y dar, así, una muestra de confianza a un trabajo que comenzó hace ahora tres años, después de que desde la citada empresa se descubriera que en los años 50 del siglo pasado hubo explotaciones mineras de grafito en Huelma que convirtieron al municipio de Sierra Mágina en un referente en el sector y en pieza clave para que potenciar el mercado nacional de este mineral —en 1952, la compañía Comercial Químico Metalúrgica llegó a extraer en esta zona huelmense hasta 330 toneladas del mismo—. Con estos datos en la mano, desde Tajus Minerals, S. L., se solicitó a la Junta de Andalucía el pertinente permiso de investigación, que fue concedido el 9 de agosto de 2016. Tras haber completado los primeros tres años de trabajo, los estudios, según reza en el informe remitido a la Junta para solicitar la prórroga, “han puesto claramente de manifiesto que existe un yacimiento de grafito”, del que se destaca “la gran pureza y calidad” del material que se extraía en las antiguas explotaciones del área.

El proyecto para los próximos tres años, según se detalla en el mismo documento, se centrará en 17 cuadrículas mineras —algo más de 500 hectáreas— de las 20 contempladas inicialmente y comprenderá “trabajos de saneamiento, adecuación y estudio de las labores mineras antiguas, de prospección geofísica con un alcance en profundidad de 150 a 200 metros, como mínimo, y una campaña de sondeos que permitan estimar un cálculo de reservas de grafito”. Si, después de todo ello, se determina que el yacimiento es rentable, “se solicitará una Concesión Derivada para un futuro Proyecto de Explotación, así como una propuesta inicial sobre los métodos de extracción.” Para todo ello se invertirán 273.000 euros, divididos en 93.500 euros el primer año, 156.500 el segundo, y 23.000 el tercero.