La A-316 se quedará como nueva entre Jaén y Martos

Elevando el tono, para que quedar por encima del sonido de los cláxones que accionaban algunos conductores al ver a tanto político junto, el consejero de Fomento y Vivienda, Felipe López, dio detalles sobre las obras recién comenzadas en la A-316. Los trabajos pretenden dejar en perfecto estado los 21 kilómetros de la Autovía del Olivar que separan la capital jiennense de Martos, hasta donde llega este eje. De esta forma, se quiere igualar la parte vieja de la carretera, que supera la década, con los flamantes tramos inaugurados en Baeza, los últimos por el momento, que cumplen su primer aniversario.

La inversión prevista, de 2,47 millones de euros, está incluida en el apartado de conservación de carreteras, en el que la Consejería que dirige el alcalaíno Felipe López hace un mayor esfuerzo. El político dejó claro que, mientras no hay objetivos de déficit más flexibles y el Estado corrija al alza su aportación a la comunidad autónoma —con un déficit de 500 millones, según dijo—, la Junta de Andalucía no está para obras faraónicas y prefiere tener en buen estado lo que ya está construido. Esta decisión aplaza la ejecución de lo que queda por construir de la Autovía del Olivar, en torno al 50%, y que daría sentido al proyecto original, que busca conectar Úbeda con Estepa, en Sevilla, a través de Córdoba. Ello no supone que el Gobierno andaluz se desentienda de esta infraestructura para la que, en palabras de López, hay un “compromiso firme”. En cualquier caso, a la espera de la alineación de los astros de las administraciones públicas, lo que sí notarán los casi 25.000 conductores que a diario circulan entre Jaén y el polígono industrial marteño es que hay máquinas y obreros en el asfalto. Tres empresas tienen el encargo de reparar el firme agrietado de esta calzada, endurecer los blandones del firme y cerrar los baches, que no son pocos. Mientras terminan, la velocidad queda limitada a 80 kilómetros por hora y habrá señalización extraordinaria, con el propósito de evitar accidentes y también se contemplan cortes de carretera que, eso sí, no implicarán rutas alternativas, sino el trasvase del tráfico de una calzada a otra, al estilo de lo que se hizo en la autovía estatal A-44.

Felipe López dejó claro que el proyecto fue tramitado a la mayor velocidad permitida por la maquinaria burocrática y que, además, una vez adjudicadas las obras, las constructoras encargadas asumieron el compromiso de no demorarse más de seis meses en sus trabajos. Esto supone que, para la próxima primavera, la Autovía del Olivar estará “de dulce” a lo largo de los 76,3 kilómetros que, oficialmente, tiene de recorrido entre la salida hacia el área empresarial de Martos y la rotonda de Úbeda, donde está el punto kilométrico 0, un recorrido en coche que ronda los 50 minutos si se cumplen escrupulosamente las limitaciones de velocidad establecidas.