Jaén registra la cifra más baja de población de los últimos 20 años

Apenas viven en la provincia 368.000 habitantes, 32.000 menos que en 2010

03 ene 2019 / 10:38 H.

Con el 1 de enero no llega solo la revisión de precios al consumo, pensiones y sueldos, también se actualiza el padrón municipal y, con las nuevas cifras sobre la mesa, un año más, Jaén continúa con una tendencia preocupante: una pérdida de población constante. Los últimos datos hechos públicos por el Instituto Nacional de Estadística dejan lecturas muy significativas: 2018 cierra con la población más baja de los últimos 20 años en la provincia de Jaén, una “sangría” especialmente destacada desde 2010, ocho años en los que hasta 32.000 habitantes se han dado de baja en las listas oficiales. Solo en el último año, se han perdido 5.385 habitantes en la provincia. Si se echa la vista más atrás, estas cantidades son similares a la población que perdió Jaén entre 1970 y 1990, en los que se perdieron unos 31.000 censados.

Pero la despoblación, uno de los problemas sobre los que más se debate en los últimos tiempos en los círculos institucionales, no solo afecta al mundo rural: las principales ciudades de la provincia pierden vecinos al mismo ritmo. La capital, por ejemplo, tiene 113.457 habitantes, 781 menos que hace un año —lo que supone un 0,68% menos—. Linares pasa de 58.449 a 57.811 (630 menos), lo que supone un descenso del -1,07%, y casi 500 baja Andújar, hasta quedarse en 37.113, lo que supone un porcentaje del -1,32%. Menos pronunciado es el descenso en Úbeda, unos 130, y Alcalá la Real, 50 habitantes. Martos, en este caso, consigue mantenerse exactamente igual con 24.207. En el otro extremo, los municipios más pequeños, de menos de 1.000 habitantes, estas bajadas están entre las dos de Aldeaquemada (-0,39%), que se queda en 501 vecinos y las 29 de Lupión, con 852 censados, una variación relativa negativa del 3,29% de su población.

Solo siete de los 97 municipios de la provincia logran crecer, pero no logran frenar una tendencia que no solo sufre Jaén. La variación relativa en 2018 es del -0,68%, lo que posiciona al Santo Reino solo por detrás de Cádiz, que marca un -0,91. Solo registran valores positivos de crecimiento dos provincias: Almería y Málaga. Precisamente, una de las lecturas que se realizan en los foros de despoblación es este éxodo desde las zonas de interior hacia la costa, con una economía más dinámica.

Sube el “cinturón” de la capital: Mancha Real, La Guardia, Fuerte del Rey y Mengíbar

El mapa es significativo: el magenta que representa a los municipios que han perdido población en el último año es el color predominante, solo salpicado por nueve pequeñas manchas en celeste y turquesa, los que han conseguido mantenerse —Martos y Génave— o crecer en población.

Estos últimos son siete: La Guardia, que ha ganado 34 habitantes en el último año, hasta situarse en los 4.965; Mancha Real, que suma 57, hasta quedarse con 11.322; 11 Mengíbar, que tiene 9.927 censados; Fuerte del Rey, con 3 vecinos más hasta llegar a 1.387; Navas, con 49 habitantes más y un total de 4.555; 15 en Fuensanta, que ya tiene 3.086, e Hinojares, el más pequeño de toda la provincia, que ha subido de 334 a 335. Cinco de ellos se sitúan en el cinturón de la capital, municipios cercanos —menos de 25 kilómetros— que sirven como ciudades dormitorio y muchos ciudadanos se ven atraídos por los precios más asequibles de la vivienda y la alta prestación de servicios. Igualmente, Martos, uno de los focos industriales de la provincia, se mantiene en población y Fuensanta, a menos de diez kilómetros, suma habitantes. Más curioso es el caso de Navas, en El Condado, que crece un 1,05%, en contra de la tendencia de todo su entorno.