Pollos de cigüeña bajo control
Miembros de la Sociedad Ibérica para el Estudio y Conservación de los Ecosistemas “Siece” y el grupo de anillamiento científico Erithacus Sur, junto a los técnicos de Iberus Medio Ambiente, recorrieron tres municipios de la provincia realizando anillamientos de pollos de cigüeñas. La jornada comenzó en el municipio de Guadalén donde tres pollos de estas aves migratorias fueron anillados por los voluntarios de dichos colectivos de amantes de la naturaleza. Junto a ellos les acompañaron un camión de bomberos de Linares, con el cual se procedía a la recogida de los pollos del nido para su posterior anillamiento.
Seguidamente, los agentes de Medio Ambiente y los miembros de los grupos de naturaleza se trasladaron hasta Carboneros donde, en esta ocasión, solo pudieron anillar dos de los cuatro pollos del nido ya que dos de ellos habían fallecido. Terminaron la ruta de control de aves en Bailén donde anillaron a otros dos pollos de cigüeña que se encontraba en el nido de la chimenea de una antigua fábrica de cerámica situada en una plaza que lleva, precisamente, el nombre de “Las cigüeñas”, porque desde hace décadas, estas exóticas aves tomaron la chimenea por hogar y cada año regresan al nido y lo recomponen para hacer sus puestas y sacar adelante sus pollos. En el proceso de anillamiento los técnicos proceden a pesar al cigoñino y a medir la longitud del pico, del ala y de la pata, y le colocan una anilla de PVC, para lectura a larga distancia y otra metálica. Estas anillas son, por así decirlo, como el carné de identidad de las cigüeñas. En Bailén es el segundo año que se realiza este procedimiento. No obstante, el seguimiento y control de las cigüeñas se realiza desde 1985, ya que cada año regresan a sus nidos.
Seguidamente, los agentes de Medio Ambiente y los miembros de los grupos de naturaleza se trasladaron hasta Carboneros donde, en esta ocasión, solo pudieron anillar dos de los cuatro pollos del nido ya que dos de ellos habían fallecido. Terminaron la ruta de control de aves en Bailén donde anillaron a otros dos pollos de cigüeña que se encontraba en el nido de la chimenea de una antigua fábrica de cerámica situada en una plaza que lleva, precisamente, el nombre de “Las cigüeñas”, porque desde hace décadas, estas exóticas aves tomaron la chimenea por hogar y cada año regresan al nido y lo recomponen para hacer sus puestas y sacar adelante sus pollos. En el proceso de anillamiento los técnicos proceden a pesar al cigoñino y a medir la longitud del pico, del ala y de la pata, y le colocan una anilla de PVC, para lectura a larga distancia y otra metálica. Estas anillas son, por así decirlo, como el carné de identidad de las cigüeñas. En Bailén es el segundo año que se realiza este procedimiento. No obstante, el seguimiento y control de las cigüeñas se realiza desde 1985, ya que cada año regresan a sus nidos.
