Las muertes de Cambil fueron “naturales” y casi simultáneas

Ella estaba tumbada en la cama y él, junto a la mujer, a los pies del lecho. Así se encontraron a Miguel, de 85 años, y María, de 81, en su casa de la calle La Moraleda, de Cambil.

22 ene 2015 / 11:26 H.

El matrimonio fue hallado sin vida en el piso superior de la vivienda, cerca de un concurrido pilar del pequeño municipio de Mágina, muy concurrido. Todos en el pueblo sabían cuál era su hogar, los dos eran conocidísimos, por eso, las distintas hipótesis sobre qué les pudo ocurrir corren de boca en boca. La Guardia Civil, que investiga el caso, guarda absoluto silencio, pero, según fuentes consultadas por este periódico, lo más probable, es que murieran por “causas naturales”. El informe preliminar de la autopsia, practicada ayer en el Instituto Anatómico Forense de la capital jiennense, no encontró signo alguno de violencia en los cuerpos. Los guardias civiles que entraron en el domicilio, en compañía del familiar que echó de menos al matrimonio y les avisó, tampoco descubrieron nada anómalo; no había desorden en el dormitorio o en el resto de habitaciones, ni braseros encendidos, ni, aparentemente, indicios que apuntaran a una posible intoxicación. La primera inspección ocular tuvo lugar  sobre las cinco de la tarde del martes. Posteriormente, el inmueble quedó precintado, para, ya por la noche, ser analizado por los funcionarios de la Policía Judicial. Su trabajo reforzó la impresión inicial de los compañeros. El caso, no obstante, continúa abierto y no se descarta ninguna posibilidad para aclarar el suceso.  
Todo apunta a que la primera que falleció fue la mujer y que el hombre, tras encontrarla sin vida, murió, sin que transcurriera mucho tiempo; nada más que la propia naturaleza intervino, aparentemente, pero es preciso conocer todos los detalles y descartar cualquier otro factor. De ahí que los forenses decidieran solicitar más pruebas toxicólogas, que todavía no se conocen. Una vez que estos análisis sean aportados a la instrucción, se cerrará el caso como el dos muertes naturales o, si es preciso, continuarán las pesquisas. Es el Juzgado de Instrucción número 1 de la capital el que está al cargo de las diligencias.
En un escueto comunicado, el Ayuntamiento de Cambil deja claro que lo ocurrido “ha sacudido emocionalmente” a este municipio, al ser dos vecinos muy apreciados. Su familia y los amigos y conocidos mantenían contacto con ellos, muy pendientes de su estado de salud, algo delicado. El martes, cuando un familiar y guardias civiles descubrieron los cuerpos sin vida, ya llevaban unos tres días sin verlos, lo que causaba gran extrañeza.
Solos. Los intentos de contactar con ellos telefónicamente y las llamadas a la puerta eran inútiles. Para colmo, desde la calle se veía una ventana abierta, a pesar de la lluvia y el frío, y una luz encendida día y noche. La pareja vivía sola, no tenía hijos, aunque sí sobrinos. Él era natural de Cambil y ella de La Cerradura, un anejo de Pegalajar, con unos ochenta vecinos, donde era conocida y mantenía lazos familiares. Lo ocurrido rápidamente fue conocido también en esta pequeña población.
Al conocerse en Cambil que algo sucedía en la casa de Miguel y María, y con la presencia de la Guardia Civil y la autoridad judicial, fueron muchos los vecinos que se arremolinaron en la puerta del domicilio de la pareja hasta que, finalmente, sobre las diez de la noche del martes, un furgón trasladó los cuerpos al Instituto Anatómico Forense de la capital.