En busca del mejor descanso
Hay que remontarse a diciembre de 2007 para recordar que el Ayuntamiento de Frailes buscaba socio para poder reabrir el balneario. La creación de una empresa mixta, participada por el Ayuntamiento, fue la fórmula elegida por la Administración local para construir, en aquel momento, un hotel de tres estrellas (ahora 4), con spa, que suponía una inversión de 3,2 millones de euros.
Siete años después, las instalaciones ya son más visibles. El estado de ejecución de las obras es de algo más del 50 por ciento pero la fórmula sigue siendo la misma. El Ayuntamiento busca inversores privados que gestionen el flamante centro y, a su vez, contribuyan a concluir los trabajos.
Para lograrlo, la Corporación ha sacado a licitación la construcción de la última fase del balnerario y su explotación por un periodo de 40 años. El coste total es de 2,6 millones y el objetivo, esta vez, es hacer partícipe a la empresa que se lo quede de todas las decisiones de obra que, después, pueden influir en el funcionamiento diario. La idea, pues, es que ese inversor sufrague el coste del último tramo de los trabajos y que, después, se le compense con la donación del canon, de 80.000 euros, hasta que recupere la inversión realizada. “La mano de un inversor privado es fundamental, porque hay que tomar decisiones en obra que son muy importantes y nosotros podemos cometer errores que serían difíciles del subsanar”, reconoce el alcalde de Frailes, José Manuel Garrido.
El plazo para presentar las candidaturas termina la semana que viene y, de momento, no hay oferta firme alguna entregada por escrito. Pero sí hay interés. Garrido explica que se han mantenido contactos con 16 empresas. Algunas han querido visitar las obras en persona y otras ver el proyecto. En definitiva, interesarse por el estado de los trabajos para certificar la viabilidad. El alcalde confía en que alguna formalice su candidatura de acuerdo con la licitación de unas cláusulas que fueron redactadas a mediados de noviembre. Están publicadas en el Boletín Oficial de la Unión Europea, de la Junta de Andalucía y de la Diputación Provincial. Máxima difusión para una iniciativa empresarial que el regidor considera de vital importancia.
La construcción del balneario de Frailes comenzó el verano de 2010. Sin embargo, es una obra que ha topado con varias piedras en el camino. Las lluvias de ese año y del siguiente causaron problemas en la cimentación y los consiguientes retrasos en los trabajos. Tanto es así, que el Ayuntamiento pidió a la Junta una moratoria para poder ejecutar y justificar los plazos y, así, no perder la subvención. En el momento de comenzar, tenía un presupuesto de 3,12 millones, de los que el Ejecutivo autonómico aportó 1,24.
No hay que olvidar que el balneario de Frailes ya tuvo una gran época de esplendor. Fue visitado por numerosas personalidades, incluidas las Infantas y los antiguos Reyes de España. Los tiempos de mayor apogeo de las instalaciones fue entre los años 1900 y 1910. Después, comenzó cierto declive que duró hasta la Guerra Civil. Los bombardeos acabaron con el balneario, del que solo quedó una caseta. El lugar en el que se edificó fue ocupado, después, por huertas y viviendas. Sus aguas, de tipo sulfuroso, tienen un efecto positivo sobre el sistema nervioso. La circulación de la sangre se hace más activa. Sobre las vías respiratorias se manifiesta su acción al cabo de los ocho días. Es útil para los tratamientos en la piel y, según las crónicas, “para dolencias femeninas”. Fue, pues, una década de esplendor arruinada por la guerra.