Los pequeños aprenden a ser buenos ciclistas y peatones

Si hay un aspecto que caracteriza la orografía de Cazorla son sus calles llenas de bicicletas durante el verano. Los deportistas habituales y los turistas que acuden al municipio con su bicicleta se entremezclan con los más pequeños, que aprovechan los meses sin deberes y quehaceres para ejercitarse en uno de los deportes más en boga de la zona.

29 ago 2014 / 15:49 H.


Al igual que crece el número de ciclistas en verano, lo hace el de peatones, por lo que tener nociones de seguridad vial es decisivo, tanto para los deportistas como para los ciudadanos de a pie. Es este, precisamente, el objetivo de las Jornadas de Seguridad Vial que se celebraron en el Colegio Público San Isicio. Era una cita destinada a los alumnos de la Escuela de Verano, cuyas edades se comprenden entre los tres y los diez años. “La idea es explicar a los más jóvenes cómo deben actuar, tanto como peatones como conductores de bicicletas, y hacerlo en una jornada divertida y didáctica”, explicó José Luis Olivares, concejal de Tráfico del municipio.

Fue este departamento el encargado de organizar las jornadas, junto al área de Educación. La actividad estuvo coordinada por la Policía Local de Cazorla, que disfrutó de su trabajo junto con los más jóvenes. En primer lugar, abordó la parte teórica, en la que los agentes explicaron a los niños las distintas normas de circulación y el significado de las señales de tráfico más comunes. “La charla está concebida como una introducción previa a lo que pretende convertirse en el Parque Infantil de Seguridad Vial de Cazorla durante el presente curso académico, que contará con unas instalaciones fijas y monitores responsables en educar a los más jóvenes”, dijo Olivares.

Aunque la charla fue del agrado de los pequeños y participaron en los juegos propuestos, todos tenían ganas de pasar a la actividad práctica, lo que supuso buena parte de las jornadas. De esta manera, se montó un circuito en el porche del colegio público con señales, trazados y conos, para que se siguiesen las instrucciones marcadas por la Policía Local y los pequeños actuasen, primero como peatones y luego como ciclistas. Una enseñanza necesaria para evitar futuros accidentes e introducir a los más jóvenes en las correctas conductas cívicas.