Castellar contiene la respiración

Un día más “tranquilo” con una otra convocatoria de manifestación de vecinos a la que acudieron unos treinta o cuarenta —se difundió en nombre del alcalde, pero es falsa, según fuentes municipales— y reuniones con familias afectadas. Esas son las novedades del día en que se cumplía una semana de la trifulca que originó el conflicto en Castellar. Hoy, declararán los implicados en el Juzgado de Villacarrillo.

26 ago 2014 / 10:04 H.

 

El origen: una riña entre niños
Una escena intrascendente. O eso debería haber sido. Unas niñas insultaron a otro, que tiene una discapacidad, en la puerta de su casa. La madre salió para recriminarles su actitud y pedirles que lo dejaran en paz. Otro familiar, que se encontraba cerca, en un parque, entró en escena, según relató esta mujer, Remedios Valentín. Se enfrentó a ella y hasta le tiró una botella de vidrio, dice. Minutos más tarde, acudieron familiares de esta niñas y la trifulca se saldó con daños en tres coches y en la vivienda. Los “agresores” huyeron cuando el dueño de la casa, Juan Ramón González, arrancó un motosierra. Denunciaron ante la Guardia Civil y tres personas fueron imputadas por daños.

Protestas “movidas” por whatsapp
Veinticuatro horas después de los hechos, Castellar salió a la calle. Centenares de vecinos se concentraron en el barrio donde viven estas familias “problemáticas”. El grito de “Fuera” era su mensaje. Fue una manifestación no autorizada, como lo serían las siguientes, que se movió con una cadena de mensajes con la aplicación Whatsapp, con el llamamiento “hay que echarlos de Castellar”. Llegaron numerosos agentes de la Guardia Civil y la concentración se disolvió sin incidentes.

1.200 firmas
Esa misma noche, el martes, comenzó una recogida de firmas de los vecinos de Castellar con la petición de “más seguridad” para vivir “tranquilos” en su pueblo. Varios días después, fueron entregadas al Ayuntamiento de Castellar. Eran unas 1.200 rúbricas. Estas se han remitido a las áreas de Servicios Sociales y Bienestar, según fuentes municipales, como reclamaciones de los vecinos.

La tensa “normalidad”

Fue la tregua de dos días. Las familias gitanas implicadas en los altercados “se habían ido” de Castellar temporalmente y “por su propia voluntad”. Así definían los responsables políticos la situación y añadían “normalidad” a sus palabras. Pero la tensión no había desaparecido, tal y como se vio durante la jornada del viernes. Cuando reaparecieron algunos miembros de estas familias por Castellar, hubo “encontronazos” y dos mujeres contaron que estaban “sitiadas” en una entidad bancaria, por teléfono, a María del Carmen Carrillo. Mientras, se registró un incendio y algunos daños en una de sus viviendas. La “normalidad” había desaparecido.

La reunión por la “paz”
El alcalde decidió convocar a las partes en el salón de plenos, el viernes por la tarde. En el exterior, una nueva concentración de vecinos. Quería Gabriel González compromisos de ambas partes para alcanzar un acuerdo que devolviera la paz a Castellar. Solo una de las familias gitanas accedió a que sus miembros más conflictivos salieran temporalmente de Castellar. El resto de vecinos insistía que la solución era que “se vayan todos”. Difícil resolución.

Un despliegue de seguridad clave
Por fortuna, la tensión se ha quedado en eso: insultos y gritos. La fuerte presencia de la Guardia Civil desde el primer momento fue clave para que la situación no se desbordara. Llegaron refuerzos de los puestos de municipios vecinos y la vigilancia ha sido permanente. El pasado viernes, cuando el alcalde reunió a las familias para buscar a acuerdos “pacíficos” entre las parte, se volvió a ampliar y el sábado, llegaron hasta Castellar varios furgones con antidisturbios.


Los colectivos gitanos reclaman igualdad
Unión Romaní, Sinando Kalí, la Federación Autonómica de Asociaciones Gitanas de la Comunidad Valenciana y la Hermandad Gitana de Andalucía. Todas se han manifestado sobre el conflicto de Castellar y su mensaje es, con matices, unánime: “La Justicia es la que tiene que hablar”. Es inconstitucional, dicen, pretender echar a familias de su viviendas, están consternados por cómo están pagando estas familias al completo las consecuencias de unos hechos que la Justicia debe investigar y castigar. Hoy estarán en Villacarrillo para apoyarlos.


Ahora habla la justicia
Siete días después de la trifulca con la que todo empezó, la Justicia llama a declarar a los implicados. Hoy, a partir de las nueve y media de la mañana, los imputados contarán su versión en el Juzgado de Instrucción número 2 de Villacarrillo. Castellar estará muy pendiente de lo que allí pase.