La “Pipirrana Flamenca” se colma de duende y de hadas

La 43 “Pipirrana Flamenca”, organizada por la Peña El Trillo y enmarcada dentro de la programación cultural del Ayuntamiento, llenó de duende le Auditorio Municipal de Mancha Real.

20 jul 2014 / 22:00 H.


A las diez y media de la noche arrancó el espectáculo ante la atenta mirada del público que abarrotó el Auditorio Municipal. Allí se congregaron vecinos de Mancha Real, peñas flamencas de las provincias de Jaén, Granada, Córdoba y Castellón. A la cita, acudieron personalidades de la cultura flamenca como la bailaora Amparo Navarro o el cantaor Rubito de Pará Padre.
María José Sánchez, guía de la velada, dio paso a la primera actuación, la de la cantaora Anabel Rosado que, acompañada de la guitarra de Antonio Higuero, comenzó sus cantes por tientos tangos, a los que siguieron cartageneras, bamberas y fandangos naturales, para terminar por bulerías.

El sevillano Manuel González, conocido artísticamente como Rubito de Pará Hijo, arrancó su cante en solitario por toná, para continuar junto al gran guitarrista Antonio Carrión por malagueñas rematadas con cantes ovándolaos, tangos, seguirillas, bulerías y terminar con fandangos.

Mediada actuó la bailaora Ana Ojeda y su grupo, a quien acompañó al toque Sebastián González “Futi”. La joven pareja llevó mucho público, porque González es profeta en su tierra, aunque es en Jaén donde dirige con éxito la escuela flamenca La Taranta. Su grupo, compuesto al cante por Sebastián Cruz, con Luis Delgado a la flauta y la percusión de Carlos Cañada, marcó el compás con el que la bailaora deleito a los asistentes por toná y seguirillas.

Manuela Cordero fue la encargada de continuar la fiesta. Presentó a su público a su bebé, Manuela, a la que dedicó sus cantes iniciados por unas malagueñas rematadas con cantes abandolaos. Siguió por tangos, soleá, bulerías y fandangos de Huelva, junto a Carrión. Alonso Núñez, conocido como Rancapino Chico, le siguió en el escenario. El chiclanero estuvo acompañado de la guitarra de Antonio Higuero en los cantes por alegrías, malagueñas, tangos, fandangos, para finalizar por bulerías y la acogida del público fue espectacular. Tanto como el fin de fiesta, que corrió a cargo, una vez más, del baile de Ana Ojeda y su grupo, que cerró por bulerías una noche repleta de arte.