Una lucha por la verdad

No lo conoció nunca, pero eso no le impide luchar por la verdad, por lo que cree justo, por limpiar la memoria de su abuelo. Es la batalla de María Teresa Henares, una vecina de Lleida —Barcelona— que llegará hasta donde haga falta para defender la injusticia del asesinato de su abuelo, José Sánchez Campos, que fuera vecino y concejal de Orcera. Fue condenado a muerte por un delito que ahora, décadas después, demuestran que no cometió. Por eso, su nieta, junto con su marido, Francisco Dueñas, busca amparo en los tribunales de Argentina y en la magistrada María Servini de Cubria, la única que mantiene una causa abierta por los crímenes del franquismo.

13 may 2014 / 22:00 H.


“Mi abuelo era concejal de Orcera y carabinero del bando republicano cuando estalló la Guerra Civil”, narra la afectada a este periódico. Después de estar en el frente, en Albacete, y salir airoso, los problemas más graves le llegaron al regresar a su casa, a tierras jiennenses. Una vecina, según relata María Teresa Henares, le acusó de matar al conocido como “señor de la Cruz” —un terrateniente del pueblo—. Fue arrestado y trasladado a la prisión de Burgos, acusado de “rebelión militar”.
Su calvario no quedó ahí, ni mucho menos. Finalmente, fue condenado a pena de muerte por juicio sumarísimo. Se decidió en el mar de olivos, en Villacarrillo, y la fecha no la olvidará nunca, febrero de 1941 —véase el documento adjunto de condenas—. En pocos días fue fusilado, en las tapias de Jaén. Solo tenía 39 años y dejó huérfanas a tres hijas pequeñas.
la historia. “Nunca hemos sabido nada de su cuerpo hasta hace dos años”, continúa María Teresa Henares. Fue gracias a la investigación de su marido, Francisco Dueñas, como pudo ser localizado, en 2012. A pesar de las muchas dificultades con las que se topó, de intentar hablar con vecinos y de recorrer un largo camino, dio con el Archivo Militar de Sevilla y con la documentación que certificaba que José Sánchez fue enterrado en una fosa común aquí, en Andalucía. Francisco Dueñas, en su relato al diario “El Matí Independent”, explica que lo normal es que lo declaren nulo. “Fue acusado por una vecina de forma injusta, aunque el daño no se olvidará nunca”, denuncia el catalán. Su mujer, sin embargo, cree que hacer público su caso es una forma de honrar su memoria. “Es un pequeño homenaje a mi abuelo y a sus tres hijas, que jamás llegaron a conocer bien a su padre porque fue fusilado injustamente”, concluye María Teresa Henares.