El robo de tres kilómetros de cobre deja sin teléfono a 700 vecinos

El cable telefónico estaba por la noche y, a la mañana siguiente, no amaneció. Fue el jueves cuando los vecinos de Torrequebradilla y Vados de Torrabalba, núcleos de población de Villatorres, y los habitantes de Sotogordo, en Mancha Real, comenzaron a preguntarse los unos a los otros que si tenían línea. La respuesta era que no, porque el tendido fue robado, lo que afectó a unos 700 vecinos, que son las personas censadas en estas pequeñas poblaciones. La sustracción del cableado también dejó inactivos servicios como la teleasistencia y causó complicaciones en los consultorios medicos y otros centros públicos. Ayer por la tarde, después de seis días de trabaja, todavía continuaban los trabajos para reponer el cable, que se extiende a lo largo de tres kilómetros. Una cuadrilla, formada por una docena de personas, va a destajo, como explicó el alcalde de Villatorres, Sebastián Moreno. Los trabajadores tienen que lanzar nuevas líneas, que son dobles, por lo que el material hurtado, en realidad, tiene una extensión de unos seis kilómetros. La Guardia Civil investiga los hechos, mientras que la compañía que presta el servicio se plantea alternativas, como colocar alarmas. El material sisado tiene un importante valor en el mercado negro. Son cables de cobre, gruesos como un puño, que se venden al peso en las chatarrerías. Los ladrones saben que si lo entregan pelado, es decir, sin la envoltura de plástico, se los pagan al doble. Por ello, entre los restos del delito está la funda del tendido. Jorge González, alcalde pedáneo de Torrequebradilla, explicó que, al cierre de este edición, ya había recuperado el servicio un 80% de los vecinos afectados y que la idea era que la situación quedara normalizada a lo largo de la jornada de hoy. Los autores llegaron a robar dos noches consecutivas, al llevarse cable recién repuesto.

Aurora Muñoz, tiene un supermercado: "Estuvimos durante dos días sin teléfono y se iba la televisión"

Es la responsable del super-mercado de Vados de Torralba, y, durante dos días, estuvo sin teléfono fijo. Aurora Muñoz Moreno recuerda: “Estuve sin línea”. “Nos dejaron sin teléfono y se iba también la televisión”, deja claro esta vecina de la pequeña población de Vados de Torralba, con poco más de doscientos vecinos. Los clientes de su negocio comenzaron a preguntarle sobre lo que ocurría y, de esta forma, descubrieron finalmente que les habían robado la línea que conecta Villargordo con el anejo. La Guardia Civil y el Ayuntamiento les explicó a los vecinos lo ocurrido y también que la compañía trabajaba para recuperar la normalidad. Ayer, ya con teléfono, confió en que no vuelvan a repetirse estos delitos.

Luisa Valverde, dependiente en Vados de Torralba. "Sin telesasistencia está sola y no funciona desde la semana pasada", asegura la nieta.

Un voz metálica repite una y otra vez: “Aviso, la línea está desconectada”. El corte de la línea teléfonica por ladrones que buscaban cobre afecta a esta vecina de Vados de Torralba, de 90 años, asustada, al no poder contar con el botón del teléfono de teleasistencia. “Mi madre está como si estuviera sola, preocupada, y no funciona el servicio desde la semana pasada”, deja claro la hija, Caty Molina Valverde. Junto con su hija, Luisa Valverde, se turnan para visitar a la abuela y, para que no se preocupe, desconectaron el teléfono para que no reproduzca el mensaje de aviso. Otros servicios, como los consultorios o los centros de acceso a internet, también sufren los efectos de este robo de cobre, registrado el pasado miércoles.