Fervor y pasión por la patrona

Las lágrimas de emoción y los bailes más sentidos para la Virgen de la Estrella

03 may 2018 / 10:36 H.

Los “Mayos” volvieron a cantarse a las puertas del Santuario de la Virgen de la Estrella en Navas de San Juan el día 2 de mayo. No era fiesta nacional, por lo que la desproporcionada afluencia de visitantes de otros rincones de la provincia —y de toda España— que hubo durante el primer día de romería bajó considerablemente para dejar a los naveros disfrutar en familia de su patrona, en una jornada en la que la emoción podía verse en cualquier cara de los presentes en los aledaños al santuario.

Una gran nube negra hacía a todos los romeros mirar al cielo con temor, pero en ningún caso se apaciguaron las ganas de fiesta ni callaron las voces que se reunían en corros, bien bajo los olivos, o bien dentro de las numerosas carpas que hacían de la ermita el mejor campamento. Aunque decir que hubo menos presencia de personas que el día anterior pueda parecer desolador, la realidad es que esa “familia” que tanto profesa su devoción por la Virgen de la Estrella es más grande de lo que se pueda llegar a pensar y todo un séquito de mujeres vestidas de flamencas, caballos, carruajes y niños aguardaron a que dieran las 18:30 horas para ver salir la imagen de su patrona de su ermita. Así comenzó una romería en la que pequeños y mayores acompañaron a la Virgen hasta el monolito que perpetúa su aparición en el municipio.

Levantadas, bailes, lágrimas de la emoción más pura. Los naveros hicieron de este segundo desfile de la Virgen de la Estrella un regocijo para todo el que la seguía o simplemente la esperaba para verla pasar entre vítores y aplausos. Los caballos marcaban el ritmo a modo de escolta y cada cambio de turno entre los costaleros del trono era un buen momento para volver a bailar.