Exaltación a Nuestra Señora

Los más devotos esperaban a la Virgen de las Batallas, patrona de Arjonilla, con motivo de la “procesión corta”, en la que la imagen recorrió las calles del pueblo por la noche. Una de las peculiaridades de la manifestación de religiosidad popular radicaba en que la imagen era portada sobre ruedas. A pesar de que el itinerario era mayoritariamente llano, en cuanto surgía alguna pendiente los portadores tenían que realizar un esfuerzo oficial y, en ocasiones, los propios fieles empujaban el paso.

En el cortejo destacó la presencia de la Agrupación Musical Santa Cecilia, que amenizó con sus marchas el desfile. También se encontraban responsables municipales, encabezados por el alcalde, Miguel Ángel Carmona, y el párroco, Ángel Sigüenza, que, en verano, cumplió una década como pastor de los creyentes arjonilleros. La comitiva, con salida y llegada en la monumental iglesia de la Encarnación, visitó las principales calles del casco urbano.

La procesión dominical fue uno de los momentos culminantes de la feria. Sin embargo ayer hubo otras propuestas destacadas. Resaltaron la preparación de una suculenta para numerosos comensales. Igualmente, el público estuvo muy pendiente de las actuaciones musicales, como el certamen de coros. Por la mañana hubo una solemne misa en honor de la patrona.

Miguel Ángel Carmona indicó que, a pesar de la lluvia matinal, todas las actividades previstas se celebraron. El responsable valoró la elevada afluencia desde que, el viernes, comenzaron las fiestas. Se siente muy orgulloso del nuevo recinto ferial, estrenado en 2017, ya que permite disfrutar de las celebraciones con amplitud y sin molestar a nadie y, además, a escasa distancia del pueblo.

La convocatoria patronal entra hoy en su última jornada. Desde las doce y media del mediodía se prevén cucañas para los más pequeños. A continuación, los menores son protagonistas de un espectáculo en el que pueden cantar y bailar a su aire. La programación para los niños prosigue, a las tres de la tarde, con un karaoke. Fran Ruano ameniza la sobremesa en la carpa. Desde las ocho llega uno de las propuestas culminantes es la “procesión larga”, que arranca a las ocho de la tarde. Parte desde la iglesia y desemboca en la ermita de San Roque. El final del itinerario es celebrado con un espectáculo de fuegos artificiales, que llena de magia la emotiva despedida de Nuestra Señora. Para acabar, se espera una ceremonia muy peculiar, el sorteo de cargos, que otorga el nombre con el que se conoce popularmente la celebración. Entonces se sortean las distintas responsabilidades para las próximas fiestas de la patrona, ya que no existe cofradía como tal. Las fiestas arjonilleras cuentan con otro rasgo curioso, el lanzamiento de golosinas y otros regalos —este año fue el sábado— desde el campanario del templo parroquial.