Entrega y pasión a la Virgen

Bedmar celebró el día grande de sus fiestas. Aunque, en realidad se podían considerar dos los días grandes, el del reencuentro de los patronos, el pasado martes, que es uno de los acontecimientos más esperados por los bedmareños, y el de la procesión de la Virgen de Cuadros por las calles del municipio. Una jornada que estuvo dedicada a la patrona y alcaldesa perpetua de Bedmar. En uno y otro acontecimiento, como suele ocurrir cada año, se dio una explosión de amor de unos hijos hacia la divina madre, la Virgen de Cuadros.

A mediodía se celebró una misa en la parroquia de la Asunción, que en sí misma, como todo lo que en este municipio de Sierra Mágina tiene que ver con su patrona, es toda una fiesta, con una iglesia a rebosar de gente, con ofrendas a la Virgen. Luego se celebró una comida de hermandad. Y ya por la tarde, a las ocho, la imagen fue sacada en procesión y recorrió las calles del pueblo, entre el fervor y la devoción de multitud de fieles, no solo de Bedmar, sino de otros municipios del entorno, pues es muy grande el amor que despierta esta advocación mariana.

Las fiestas comenzaron de buena mañana con una diana floreada de la Escuela de Música Gerónimo Caballero, y culminaron por la noche, a las once, con la verbena popular en la que fue la cuarta velada de baile, que la amenizó, con su arte y tablas, la orquesta Arrayán. Durante la verbena se procedió a elegir la serrana y el serrano de las fiestas patronales. Tras el filo de la medianoche, en la caseta municipal, fue la actuación del hipnotizador Black Anthony, que hizo disfrutar al personal con sus habilidades. En la jornada de hoy destaca la gran paella, a las 14:00 horas, para todos los vecinos.