En volandas de la fe popular

La Virgen del Rosel regresa a su santuario después de casi una semana en Baeza

02 sep 2018 / 11:23 H.

La tradición se cumplió y la Virgen del Rosel volvió desde el casco urbano de Baeza hasta su santuario de la aldea de La Yedra. Fue en una multitudinaria peregrinación en la que las altas temperaturas no fueron obstáculo para frenar a la fe. La jornada comenzó a mediodía con las concentraciones de caballos y carruajes, en la explanada de la plaza de toros, y de carrozas y carretas, en la calle del Valle.

El trayecto romero partió desde el convento de San Antonio al filo de la una de la tarde. Este fue uno de los cambios principales, pues la salida suele ser más tarde. En el mencionado monumento arrancó un trayecto que duró más de seis horas. Primero por el casco urbano baezano y después por los alrededor de cinco kilómetros de carretera que unen la ciudad patrimonial con la pedanía, la alegre comitiva agasajó a la imagen mariana. El camino fue amenizado por los sones del coro Entre Dos Madres, de Torreperogil. En el desfile estuvieron muy presentes el hermano mayor de la o el presidente de la Archicofradía del Santísimo Cristo de La Yedra y la Virgen del Rosel, Pedro Vega, y los centenares de cofrades del colectivo. A su paso, numerosos habitantes de Baeza saludaban a la Madre de Dios, portada, como marcan los cánones en esta parte de la provincia de Jaén por bueyes. Los devotos secundaron la romería sobre monturas, vehículos de tracción animal o a pie. Fue un itinerario muy especial, a pesar de los rigores estivales, en el que hubo tiempo para expresar el fervor, a través de cánticos y piropos hacia Nuestra Señora del Rosel, y de disfrutar de la convivencia en la mejor de las compañías de amigos, familiares y devotos. Hubo tiempo para detenerse en la caseta El Cortijo. A lo largo del recorrido, principalmente en las paradas, los participantes degustaron ochíos y ponche. Las Fuerzas de Seguridad se encargaron de regular el tráfico rodado. Ya en La Yedra, desfilaron delante de la Virgen. La romería concluyó con una misa, nuevamente una concurrida manifestación de fe popular. Sin embargo la fiesta siguió con una parte lúdica, representada por la verbena y el lanzamiento de fuegos artificiales.

Las celebraciones en honor de la patrona de La Yedra arrancaron el pasado domingo con la denominada “romería chica”. Después de una misa matinal, por la tarde, jinetes, carrozas y fieles a pie desfilaron junto a la imagen en su camino hacia Baeza, ciudad donde la comitiva entró por el barrio del Rosel.

En la iglesia baezana de San Pablo la Virgen permaneció cinco días completos. En el templo se ofició un triduo vespertino entre el miércoles y el viernes a partir de las ocho. Ayer a mediodía, después de entonar la oración del ángelus en el templo, comenzó el traslado de Nuestra Señora hasta el convento de San Antonio, escoltada por la hermandad rociera. A lo largo de prácticamente toda la semana se sucedieron múltiples actividades lúdicas y deportivas, con una implicación muy significativa del Ayuntamiento de Baeza.

Los responsables de la peregrinación y del resto de propuestas están más que satisfechos con la acogida de este año y con la hospitalidad baezana.