En busca del total bienestar animal

Asama cumple tres años de vida y pide mayor implicación y concienciación

09 ene 2017 / 12:08 H.

Un entusiasta grupo de amantes incondicionales de los animales se puso el mono de trabajo, en 2014, al detectar tantas injusticias existentes alrededor de los amigos de cuatro patas. Abandonos sin ton ni son, crías indiscriminadas o cuidados deplorables hacia los “peludos” fueron el germen de la Asociación de Amigos de los Animales de la Comarca de la Sierra de Cazorla (Asama), que cumple tres años de vida y lo hace con un currículo reseñable a su espalda, pues son numerosos los casos de perros que han salvado del abandono, la inmundicia o el sacrificio. Y todo ello gracias a la labor desinteresada de un grupo de personas que restan horas de su vida para dárselas al cuidado y la protección de los animales.

El día a día de los integrantes de la asociación refleja su excepcional trabajo. Alrededor de una quincena de ellos se turna para ir al refugio en el que se encuentran los canes en adopción —en la actualidad más de cuarenta— y alimentarlos, cuidarlos y preservar la higiene del hábitat. “No podemos tener más perros en la guarida, ya que los que tenemos, que son muchos, hay que mantenerlos en buenas condiciones”, recalca Rosa María Rodríguez, socia fundadora y actual tesorera de la Asama, que añade que uno de los grandes problemas que encuentra es la poca concienciación de la gente para con los animales: “Se piensan que somos un basurero. Hay personas que nos dan los perros cuando ya se cansan de ellos, incluso quieren cambiarlos por otros como si fuesen cromos, y nos amenazan con que, si no nos los quedamos, los abandonan en la calle a su suerte”, comenta Rodríguez.

Y es que, además de conseguir la adopción de los que tienen a su cuidado, la concienciación es una de los principales objetivos de este grupo: “Hay que hacer ver a la gente que los perros tienen que salir en condiciones óptimas, castrados para evitar las camadas indiscriminadas, con su debido ‘microchip’ y las vacunas reglamentarias puestas”, asegura Ángela Barber, vocal de la asociación. El mismo argumento defiende la presidenta, Rosa López: “La concienciación compete a todos, a los ciudadanos, a instituciones y al Gobierno, que ha de hacer leyes que protejan a los animales y que sean severas con quienes les infringen daños”, dice. Una de las críticas de los miembros de la asociación se dirige al Ayuntamiento cazorleño, ya que aseguran que les han prometido un terreno y que lo único que les han ofrecido se encuentra fuera de sus posibilidades. Y es que el refugio actual es de un particular y no dispone de los medios necesarios para contar con tantos perros.

De este modo, sin ayuda de ningún ente político —tampoco reciben subvenciones—, han conseguido sacar en adopción más de sesenta animales en toda España: “Lo idóneo sería tener contactos en el extranjero, que es donde se cerrarían más acogidas”, explica Rodríguez. Por tanto, la Asama vive de las aportaciones de sus socios —más de cien en la actualidad— y de diversos mercadillos, ventas de papeletas o pruebas benéficas como el “canicross”. En este contexto, la ayuda de la ciudadanía resulta imprescindible: “Animo a la gente a adoptar pero, sobre todo, le pido que nos echen una mano no solo económica, sino física en nuestro terreno, para hacer que los animales crezcan en las condiciones que se merecen”, concluye Barber.