romana del Puente del Gato

El Ayuntamiento de Lahiguera emprende la búsqueda del “guardián” de la piedra con la inscripción latina del Puente del Gato, símbolo romano del municipio. Lo hace a través de un bando, en el que “se ruega” la cesión de dicha pieza “para la correcta” rehabilitación de la “emblemática” construcción, que corría riesgo de desaparición por la erosión provocada por el paso de vehículos agrícolas y las crecidas del arroyo homónimo. La empresa almeriense UMC Construcción comenzó a ejecutar este año dicho proyecto, que se adjudicó por 70.048,11 euros y que financia la Junta de Andalucía, a través de Prodecan. El avance de las obras es ya evidente, pero desde el Ayuntamiento se considera que la restauración quedará incompleta hasta que no se encuentre la mencionada piedra. “Desde hace muchos años se rumorea que alguien la cogió para que no se perdiera”, explica la alcaldesa higuerense, Paqui Calero, que considera que lo más adecuado es que la pieza pase a manos municipales “para que se conserve como patrimonio histórico”.

Según cuenta el experto en cultura local Juan José Mercado en el blog lahiguerajaen.blogspot.com, esta piedra se encontraba “semienterrada en la parte baja del ojo del puente” junto a otras “losetas tapadas por la tierra”, que desaparecieron “arrastradas por el caudal incontrolable del arroyo”. De acuerdo al relato popular, la pieza que ahora busca el Ayuntamiento fue “salvada” por una persona cuyo nombre se perdió con el paso del tiempo. Según el portal RedJaén, la piedra se halla en el patio de una vivienda de la Calle Jaén y la custodian los descendientes de Mateo Práxedes Martínez, que podría ser pariente de Práxedes Martínez, antiguo alcalde del municipio, pero Calero explica que suenan más nombres en este sentido. “Aunque siempre se ha comentado en el pueblo que la piedra se encuentra en una casa, no se sabe realmente dónde está guardada”. De ahí la publicación del bando. Hallar la inscripción se convertiría en la guinda de un pastel deseado por los higuerenses desde hace años. Para ello sólo hace falta contestar una pregunta rayana con el mito: ¿quién se llevó la piedra con la inscripción latina?