El exalcalde de Huesa entra hoy en la prisión jiennense

Trance ineludible. El exalcalde de Huesa Francisco Javier Gómez ingresa a las cuatro de esta tarde —una hora antes del límite máximo ofrecido por las autoridades— en la cárcel de Jaén para cumplir una condena de tres años y dos meses por falsedad documental. Lo acompañan hasta las puertas del centro penitenciario familiares y vecinos.

El máximo responsable del Ayuntamiento huesense, el socialista Ángel Padilla, confirma su presencia en esta demostración de afecto y respaldo. El dirigente explica que el PSOE —partido con el que Gómez, actualmente fuera de la política, gobernó el Ayuntamiento entre 2011 y 2015— pone, a disposición de la ciudadanía, un autobús, que parte desde el pueblo a las dos de la tarde.

Gómez, en declaraciones a Diario JAÉN, espera la presencia de seres queridos —incluidos sus hermanos que llegan desde Madrid—. “Lo tengo asumido desde hace tiempo. Sabía que era inminente e irreversible. Me siento con fuerza, moral y entereza”, resume. Después de que la Justicia confirmara su ingreso en un centro penitenciario, el condenado solicitó que se demorara la medida hasta el 30 de enero, con el objetivo de poner al día cuestiones relacionadas con el negocio familiar, una asesoría, aunque finalmente solo se le otorgó hasta el 8.

Francisco Javier Gómez adelanta que su abogado tiene preparada la documentación para presentar, esta misma semana, la calificación para que se le conceda el tercer grado —de modo que solo tendría que ir a la cárcel a dormir—. “Huesa es un pueblo magnífico. Esto me da una cantidad de fuerza y de ánimo inmenso. No es lo mismo pasar por esto solo que querido y comprendido. Les doy las gracias a todos”, manifiesta Francisco Javier Gómez.

Por su parte, Ángel Padilla, quien también fue edil durante el mandato de su predecesor, resalta que en el acto simbólico de respaldo se prevé la presencia de otros miembros de la Corporación Municipal y de vecinos de diferentes ideologías. “Apoyarlo es una cuestión de humanidad. Francisco Javier, con una mirada, lo dice todo. Nadie entiende por qué hemos llegado a esta situación. Queremos desearle fuerza y ánimo para que el tercer grado llegue cuanto antes”, subraya Padilla. En su opinión, desde el acatamiento a las resoluciones judiciales, la sentencia le parece “desproporcionada e injusta”. “No se ha llevado dinero. Es un delito administrativo que se debe penar con una cantidad económica e inhabilitación, como determinó la Audiencia. El único pecado, desvivirse por sus vecinos y vecinas”, concluye el actual alcalde.

Gómez empleó en pagar nóminas de otras obras subvenciones públicas para adquirir materiales y ejecutar trabajos en la zona de Fuente del Popi. La Audiencia Provincial lo condenó a inhabilitación pero, tras un recurso de la Fiscalía, el Supremo dictó privación de libertad.