El día más oscuro de Jódar

El vicario general preside el doloroso funeral de los cuatro jóvenes

22 nov 2018 / 10:47 H.

Desde el salón de actos de la Casa Municipal de la Cultura hasta la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción apenas hay poco más de setenta metros. Ayer, los féretros de los cuatro jóvenes fallecidos en un accidente de tráfico el lunes salieron desde allí para emprender el camino más difícil para sus familias. Todo el pueblo los acompañó, cientos de vecinos llenaron las calles aledañas y una plaza que se quedó pequeña.

Jódar, la ciudad conocida como Puerta de Mágina, también fue ayer la puerta que se abre para acoger el dolor que llama sin avisar. Tres familias destrozadas se vieron arropadas por unos amigos y vecinos que acompañaron en masa a unos galdurienses para los que no hay consuelo. Porque Jódar es un pueblo que se vuelca con quienes más lo necesitan, con quienes atraviesan dificultades y con quienes sufren el embate de un dolor insondable. Y así fue. Un pueblo que se unió de tal manera que no dejó solos a los familiares de los fallecidos.

La capilla ardiente permaneció toda la noche abierta y fue constante la presencia de vecinos que se desplazaron para estar al lado de los allegados de las víctimas. Por la tarde, se acercaron Yolanda Caballero y Catalina Madueño, delegada de Educación y subdelegada del Gobierno en Jaén, respectivamente. Jódar ha sido una población que durante estos días apenas musitaba, tiritando entre el desconsuelo y la rabia, en medio de un ambiente taciturno, de esos que dejan perplejo a quien se encuentra frente a frente con la profundidad de la tristeza.

Poco antes de las doce del mediodía, comenzaba el traslado de los féretros hasta la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción. Detrás de los padres de los fallecidos, una multitud abatida. No faltaron los componentes de la Agrupación Musical Arroquia-Martínez, a la que pertenecían los jóvenes. “Silencio” e “Hijos de Dios” fueron las marchas que sonaron a lo largo de este corto, pero angustioso recorrido.

El funeral fue presidido por Francisco Juan Martínez Rojas, vicario general de la Diócesis de Jaén, ya que el obispo, Amadeo Rodríguez Magro, se encuentra actualmente en la Conferencia episcopal, en Madrid, presente en las plenarias del episcopado. Al funeral también acudieron una decena de párrocos provenientes de la comarca, quienes se ofrecieron para participar. Asimismo, estuvieron presentes miembros de la Corporación Municipal, encabezados por José Luis Hidalgo, alcalde de Jódar, así como Juan Francisco Serrano, alcalde del municipio vecino de Bedmar.

“Los ojos de estos jóvenes hermanos nuestros, esos ojos escrutadores que a lo largo de su joven vida se abrían al misterio de la existencia humana, no se han cerrado para siempre, al contrario, se han abierto para llenarse de la gloria del Señor resucitado. Por eso, qué bien resuenan hoy, en este justo momento, las palabras que San Agustín escribió hace siglos, cuando afirmaba: Aquellos que nos han dejado no están ausentes, sino invisibles. Tienen sus ojos llenos de gloria, fijos en los nuestros, llenos de lágrimas”, destacó el vicario, en su homilía. Posteriormente, continuó: “Los seres humanos sentimos ante la muerte una incertidumbre que se transforma en miedo cuando nos toca de cerca o le llega a una persona en plena madurez. Entonces nos preguntamos: ¿Por qué ha tenido que morir esta persona tan vital? ¿Y por qué tenemos que morir? ¿Cómo se puede hacer frente a esta tragedia? Es natural sentir dolor por la muerte de un ser querido. Reconocemos que tarde o temprano nosotros también sentiremos la llegada de la muerte. Estamos seguros de que va a llegar, aunque no sabemos cuándo. Pero también sabemos que la vida humana es demasiado valiosa para que desaparezcamos sin dejar rastro. De esto estamos muy conscientes cuando se trata de la muerte de alguien a quien amamos. Los seres queridos no se olvidan. Nos acordamos de ellos a menudo y cada vez que lo hacemos perpetuamos su memoria entre nosotros. Siguen viviendo en nuestra memoria”. “Que Ella, la Virgen María, que sabe bien de dolores y sufrimientos, os consuele, queridos amigos y familiares de nuestros hermanos fallecidos, y desde la fe en la resurrección, os llene con la esperanza de volver a encontrarlos, junto al Dios de la vida. Descansen en paz”, concluyó.

A su término, los coches fúnebres se dirigieron al cementerio municipal de San Sebastián. Allí, sus familiares, que se vieron acompañados por numerosos vecinos, dieron el último adiós a Sebastián, Lucía, María del Mar y Lorenzo.

En Fuente de Buenora había peligro por la señal de un paso de peatones que estaba a punto de desprenderse, y a la entrada de Jabalcuz lo que cayó fue un cartel publicitario. También había un canalón suelto en la calle Pintor Francisco Baños y una puerta con riesgo en Virgen de la Cabeza. De igual modo se desprendieron tejas en Bernardo López, mientras que en la Avenida de Madrid ívolaronî de Navidad.

La provincia estuvo en alerta por viento, lo que hizo qlo que hizo que municipios como Mengíbar y Albanchez de Mágina sufrieran ue hizo qlo que hizo que municipios como Mengíbar y Albanchez de Mágina sufrieran cortes de luz constanteslo que hizo que municipios como Mengíbar y Albanchez de Mágina sufrieran cortes.La provincia estuvo en alerta por viento, lo que hizo qlo que hizo que municipios como Mengíbar y Albanchez de Mágina sufrieran ue hizo qlo que hizo que municipios como Mengíbar y Albanchez de Mágina sufrieran cortes de luz constanteslo que hizo municipios.