Discapacitados de Cazorla exigen transporte adaptado

La asociación Juana Martos quiere autobuses aptos para sillas de ruedas

05 feb 2018 / 09:16 H.

Una imagen movió conciencias hace un año, cuando el actor Juan Manuel Montilla, “El Langui” bloqueó autobuses en Madrid para reivindicar vehículos adaptado de transporte colectivo. La iniciativa fue exitosa. La escena puede repetirse en la provincia, concretamente en Cazorla, si persiste la actual falta de autocares de este tipo. Así lo anuncian fuentes de la asociación Juana Martos, que prevén otras medidas, como acciones legales, si no hay soluciones.

José Tíscar, el presidente que representa a personas de la comarca cazorleña con discapacidad física y orgánica, denuncia que no se cumple la normativa autonómica. El responsable, que echa de menos más respaldo del Ayuntamiento y la Junta de Andalucía, asevera que se trata de “una lucha de años”. En este sentido apunta que las personas en silla de ruedas no cuentan con un vehículo adaptado —mediante plataforma, piso bajo u otro sistema—, lo que limita los desplazamientos interurbanos. “Llamamos a la empresa adjudicataria del servicio de autocares y lo único que nos ofrecía era tener un vehículo así a primera hora de la mañana, que volvería a Cazorla por la tarde”, manifiesta. Sin embargo, detalla que esta medida no es satisfactoria porque los discapacitados que se beneficiarían son, en su mayoría, dependientes, de manera que, para estar listos para subir a las siete o las ocho de la mañana, los cuidadores tendrían que ir a sus domicilios de madrugada.

Tíscar pide a las administraciones competentes que tomen cartas en el asunto, máxime cuando hay disposiciones legales que sustentan la reivindicación y que las compañías cuentan con subvenciones públicas. También critica que para que se habilite un autobús de este tipo sea necesario avisar a la compañía con cuarenta y ocho horas de antelación, lo que les resta margen de maniobra en caso de que surja una urgencia. En la actualidad, como detalla el presidente, “Juana Martos” dispone de una furgoneta adaptada con tres plazas, aunque el problema es que, “por motivos económicos”, no cuenta con un conductor profesional, de manera que los usuarios dependen de que haya voluntarios para ponerla en marcha.

Desde la asociación comarcal cazorleña se critica que la ausencia de autobuses adaptados es “generalizada” en la provincia de Jaén, con presencia del servicio solo en contados municipios. En esa línea refiere que la Federación Jiennense de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (Fejidif) impulsó una iniciativa para conseguir que se habilitaran autobuses aptos para quienes están en silla de ruedas. Dirigió un escrito de queja, en julio de 2016, a la oficina del Defensor del Pueblo Andaluz. No obstante, las gestiones todavía no han tenido éxito.