Día grande de una devoción con siglos de historia

Un día grande para Lahiguera. Cada mes de marzo este municipio de La Campiña vive con intensidad la novena a su Señor de la Capilla, una de las imágenes que más devoción despierta, una centenaria tradición que tiene el día 22 su culmen con la celebración religiosa. En esta ocasión, los vecinos volvieron a llenar la iglesia de Nuestra Señora de la Consolación para arropar a su venerado cristo. Fue, además, el momento del nombramiento del nuevo hermano mayor de fiesta, en esta ocasión, Ana Dolores Barragán. “Me lo comunicaron ayer mismo —por el jueves— y, además, era mi cumpleaños, así que fue una alegría muy grande”, explicó a Diario JAÉN, tras la celebración. “A lo largo de todo este año haré todo lo que pueda con la cofradía desde el mismo Domingo de Ramos”, reconoció.

Esta es una hermandad muy tradicional, con siglos de historia de devoción en Lahiguera. Son más de 350 hermanos, una cifra más que digna para una población de 1.700 habitantes. “Desde el siglo XVI, se celebra la novena y es una época muy importante para el pueblo y la hermandad”, dice Carlos Martínez, administrador de la hermandad del Santísimo Cristo de la Capilla y Santo Sepulcro. De hecho, la intensidad con la que viven esta novena es comparable a la Semana Santa. “Son días de mucho recogimiento, para estar con el Cristo y rezar en la parroquia”, aseguró. Aunque no es festivo local el día 22, como reconoce, como si lo fuera por la forma en la que se vuelcan los vecinos y por la arraigada devoción, que se transmite de padres a hijos. “Además va a más. Ahora con las nuevas tecnologías, gracias por ejemplo a Facebook y otras redes sociales, lo podemos compartir la novena con la gente que está fuera, mostrar fotos y vídeos, lo que hace que llegue a todo el mundo y se emocione”, reflexiona.

Tras la celebración de este 22 de marzo entorno a su Señor de la Capilla, los vecinos de Lahiguera esperan ahora que llegue la noche del Martes Santo. “Sale a las once de la noche y es una procesión muy respetuosa, en la que el silencio se alterna con música de capilla”, apunta Martínez.

Fue, al finalizar la celebración religiosa, cuando tomó posesión la nueva hermana mayor de fiestas y, además, se reconoció a las personas que colaboran con la cofradía. Un acto lleno de tradición, devoción y momentos de emoción.