Día de auténtica convivencia

La pedanía de Alcaudete, un año más, mantiene su singular tradición festiva

14 jun 2019 / 18:26 H.

Cada año, cuando llega el 13 de junio, este rincón de la Sierra Sur se despierta con un aire festivo. La Venta de San Antonio volvió a ser punto de encuentro de vecinos de la zona de Sabariego, pedanía de Alcaudete, para celebrar una singular romería. Se trata de una fiesta organizada en este establecimiento, a orillas de la N-432, en la que se honra a una sencilla imagen que se custodia todo el año en él. Una peculiar celebración que ya va camino de cumplir dos décadas. Fue Celedonio García, el antiguo gerente del establecimiento, junto con su mujer, el que ideó la que ya es toda una tradición.

La jornada comenzó entorno al mediodía, cuando Celedonio García, se puso, una vez más, manos a la obra para preparar una exquisita paella de la que dieron buena cuenta más de cien comensales. Poco a poco, fueron llegando vecinos de toda la comarca para disfrutar de lo que, al fin y al cabo, es una gran jornada de convivencia. Con el estómago satisfecho, llegó el turno de la música. La sobremesa fue amenizada por el trío Jondorock, una propuesta muy original de fusión de flamenco y rock. Sonaron temas inolvidables de grupos como Triana y Medina Azahara con su singular toque.

Cuando cayó la tarde, llegó el momento de la procesión. La comitiva partió del Vado de las Palomas hacía el río San Juan, por la carretera de La Rábita. Para asegurar la integridad de los asistentes, se contó con la colaboración de la Policía Local y Guardia Civil de Alcaudete. Fue en torno a las ocho y media cuando comenzó el recorrido, que llevó a los asistentes, entre las fértiles y frondosas huertas que riego el Río San Juan, hasta el área recreativa de Palomillas. La imagen, portada en sus andas —que este año estuvieron primorosamente engalanadas por rosas, claveles y gitanillas— por vecinos que se fueron turnando, completó una distancia de un kilómetro y medio, arropado por numerosos asistentes. No faltó tampoco en este camino otro de los tradicionales “ingredientes”, la pólvora con los cohetes que encendió, como cada año, “el Cele”. Una hora después, San Antonio volvía a casa, pero la fiesta no terminó. Y es que cada 13 de junio se junta con la madrugada del 14.

Tras recuperar fuerzas con las especialidades como carnes asadas y productos de la huerta, la celebración continuó con más música en directo. Fue con el Dúo “2 de Abril”, que puso banda sonora a una larga noche de fiesta, con un repertorio variado que invitó a los vecinos a salir a la pista y disfrutar del baile.