Desayuno con sabor a aceite

Oleícola Jaén celebró, como es tradicional en los últimos años, el comienzo de campaña con un desayuno mediterráneo a pie del olivar, en la finca “Llanos de Ochoa”, cerca del valle del Guadalquivir y a unos kilómetros de las primeras estribaciones de Sierra Mágina, en el término municipal de Baeza. Los invitados pudieron degustar la variedad frantoio, una de los seis de Aoves monovarietales que comercializa.

En concreto, los asistentes, entre los que se encontraban profesionales del mundo del olivar, como Marino Uceda, de IADA Ingenieros; el consultor estratégico, Juan Vilar; Soledad Román, gerente del Centro de Interpretación “Olivar y Aceite” y medios de comunicación, tuvieron la oportunidad de catar un aceite extraído el primer día de cosecha y de comprobar “in situ” el proceso de recolección tan minucioso, así como el sumo cuidado con el que la familia Morillo realiza la recolección de sus olivares para obtener, posteriormente, un aceite de oliva virgen extra de una calidad extraordinaria.

Remigio Morillo Ruiz, director de calidad y compras de Oleícola Jaén, explicó que, un año más, “estamos aquí, en Llanos de Ochoa, con la recolección de la variedad frantoio, que es la primera en maduración, para elaborar uno de nuestros aceites tempranos, aunque este año ha venido un poco tarde por las condiciones meteorológicas, que han causado que la floración haya llegado tardía, pues normalmente esta variedad se recoge en los primeros días del mes de octubre, solo hay que esperar a que la aceituna esté en su punto óptimo de maduración para obtener una gran calidad de aceite de oliva virgen extra”. Además, añadió su esperanza por tener una campaña muy buena “por la lluvia que ha regado nuestros olivares a lo largo del año. Se espera una producción alta, en comparación con las anteriores. Se prevé producir 100.000 kilos aceite de oliva virgen extra Premium”.

Por su parte, Carmen Morillo directora económica-financiera del grupo, adelantó que la Fundación Grupo Oleícola Jaén firmó un acuerdo de colaboración con Universo Santi, cuyo gerente, Ángel Prado, explicó las líneas generales de su proyecto. Se trata del único restaurante del mundo de alta cocina gestionado al cien por cien por personas con discapacidad, tanto el equipo de sala como de cocina. El restaurante se ubica en Jerez de la Frontera, en la finca del Altillo.