Clamor y amor a los patronos

El municipio se vuelca con el encuentro de San José
y la Virgen de Cuadros

26 sep 2018 / 12:05 H.

La Virgen de Cuadros tiene la virtud, como madre celestial de los bedmareños, de hacer aflorar los sentimientos más íntimos y profundos. Un ejemplo de ello pudo verse en la Residencia para las Personas Mayores de este histórico municipio de Sierra Mágina. Sus usuarios y el personal que los cuida esperaban pacientes a las puertas a que la imagen sagrada se les acercara. Así lo hizo. Las anderas y anderos subieron con decisión la empinada cuesta y dejaron las andas en el suelo, frente a los mayores, para que la Virgen estuviese, en ese día tan señalado, lo más cerca posible de sus devotos de más edad y escuchase sus plegarias. Estos fueron acercándose uno a uno y la mayoría de ellos no pudieron contener las lágrimas. Tampoco algunas de las personas que se encontraban entre el público. Allí, con el acompañamiento de una guitarra, tres personas, a título personal, le cantaron hermosas canciones, entre ellas la “Salve” y el “Himno a la Virgen de Cuadros”.

El sacerdote que participaba en el traslado de la imagen desde la ermita, Juan Guerrero, recordó a los asistentes: “Siempre, la primera parada que hace la Virgen cuando viene a Bedmar, es a vuestra residencia. Mirad lo importantes que sois. Y ahora que la tenéis más cerca, pedidle desde vuestro corazón que os dé salud y esperanza”.

La imagen de la patrona acudía desde su ermita, junto al río Cuadros, al encuentro con el patrón, San José, su esposo, y ambos padres de Jesucristo. El punto donde se debían encontrar ambas imágenes, no solo estaba marcado en el suelo con un gran círculo redondo, sino que también se halla frente al Peñón de San José, que, como cada año, estaba atestado de personas de Bedmar y de los diferentes pueblos de la zona que también sienten una gran devoción por esta advocación mariana. También de muchos bedmareños que tuvieron que emigrar en su día y que cada año acuden a las fiestas en honor de la Virgen de Cuadros. Acompañaron la imagen del patrón hasta el encuentro, el alcalde, Juan Francisco Serrano; miembros del equipo de Gobierno municipal; el presidente de la Diputación Provincial y bedmareño, Francisco Reyes, y el alcalde del municipio vecino de Torres de Albanchez, Alejandro Morales. A la Virgen la acompañaron un buen número de damas con mantilla y peineta, y muchos fieles y devotos.

Durante todo el trayecto hasta el punto de encuentro, acompañó la imagen de la Virgen la Escuela de Música Jerónimo Caballero, de Bedmar. También hubo disparo de cohetes y una discreta pirotecnia de colores, una vez que ambas imágenes se “saludaron” mutuamente con una inclinación. Las dos imágenes permanecieron unos minutos, la una frente a la otra, mirándose, mientras que la Escuela de Música de Bedmar tocaba el himno a la Virgen de Cuadros. A su conclusión se originó una explosión de vivas a uno y otro patrón.

Posteriormente, los asistentes acompañan a la Virgen de Cuadros y a San José hasta la parroquia de la Asunción, donde la patrona permanecerá por el tiempo de un mes. Cuando llegue el último domingo de octubre, los vecinos, en romería, acompañarán a la imagen de la Virgen hasta la ermita de Cuadros donde permanecerá hasta el siguiente mes de septiembre en el que la historia, como un ciclo puntual y exacto, volverá a repetirse.

A esta advocación mariana se la venera desde el siglo XV. La leyenda, muy resumida, cuenta que fue encontrada por un pastor de Jódar, que vio a una blanca paloma posarse sobre una peña y en ese lugar halló la bendita imagen.