Una rotonda para rendir homenaje al “noble y bizarro” oficio de los alfareros
La glorieta regula el tráfico en la antigua Nacional IV
Bailén ya tiene un monumento con el que rendir homenaje a uno de los sectores que más prosperidad ha traído a la ciudad, una obra que ya luce en rotonda. Ayer, se inauguró la llamada “Rotonda de los Alfareros”, un acto protocolario en el que participó el alcalde, Luis Mariano Camacho; el diputado de Infraestructuras Municipales, José Castro; Paco Sáez y Domingo Quesada de La Casa del Artesano, estos últimos, quienes donaron el conjunto de tres murales que forman la composición.
Estas creaciones están dedicadas a los cacharreros y a tantas mujeres que dedicaron y dedican su vida a este noble oficio. Concretamente, la rotonda se encuentra situada en la antigua carretera Nacional IV, entre la calle Pablo Picasso y el acceso al Polígono El Cruce. Paco Sáez, uno de los artífices de esta obra, destacó la nobleza de este oficio, que permite dar vida al barro. Por su parte, el diputado y el alcalde de la ciudad resaltaron la importancia de este “oficio noble y bizarro” en la población bailenense.
La inversión en este proyecto es de 62.000 euros, una partida para la que la Diputación Provincial aportó fondos.