Artistas de altura en la Migá Flamenca de Bedmar

Una velada flamenca que los aficionados de la provincia tardarán de borrar de sus retinas. Bedmar celebró su tradicional “migá” con un cartel muy cuidado con algunos de los cantaores más reconocidos del momento. Más de seiscientas personas llenaron la Caseta Municipal, sin duda, todo un éxito, como reconoce el alcalde, Juan Francisco Serrano. A esta cita, que ya alcanza su trigésima primera edición, acudieron peñas flamencas de toda la provincia y de la vecina Granada, como explica el presidente de “La Serrezuela”, Esteban Marín: “Nos acompañaron muchos compañeros. Desde Granada, acudieron miembros de La Platería y de La Hierbabuena, de Ogíjares. De aquí, las peñas de Arroyo del Ojanco, Mengíbar, Jódar, Jimena, Sabiote, Andújar, Mancha Real y la capital, entre otras”.

Fue el alcalde el que dio la bienvenida a los aficionados a esta velada, enmarcada en la Feria en Honor de la Virgen de Cuadros. Y el espectáculo lo abrió la malagueña Virgina Gámez, un cantaora excelente, como la define Marín, que es además profesora de la Federación de Málaga. Hizo granaínas, malagueñas, tientos, tangos y remató por fandangos acompañada por Patrocinio Hijo. Un recorrido por casi todos los palos del flamenco como es habitual en el escenario de esta cita organizada por el Ayuntamiento de Bedmar en colaboración con la Diputación, la Junta de Andalucía y la Peña Flamenca bedmarense La Serrezuela. Uno de los platos fuertes de la noche era el chiclanero Antonio Reyes, uno de los cantaores más reconocidos por la afición en la actualidad, que llegó acompañado por Diego Amaya. El baile en la velada, por otra parte, tuvo acento jiennense. Fue con la ubetense Amparo Navarro y su grupo. Más tarde, subirían al escenario Jesús Méndez, cantaor jerezano sobrino de La Paquera, con Manuel Valencia, y cerró Pedro “El Granaíno”, con Patrocinio Hijo. No faltaron en el repertorio de este cantaor de voz rajá unas soleás y la Nana del Caballo, del recordado Camarón.