“Somos gente inquieta
que lo único que quiere
es que la historia de Mengíbar se investigue
y se dé a conocer”

La emoción es inevitable. Cuando Sebastián Barahona, presidente de la Asociación Amigos de la Historia de Mengíbar, es preguntado por las sensaciones al conocer que es uno de los galardonados en los Premios Reino de Jaén del Área Metropolitana, habla con alegría desbordante. “Estamos muy contentos, ¿cómo íbamos a estar? Nada más decírmelo se lo he comunicado al resto del grupo y están también muy emocionados”, asegura. El colectivo nació en el municipio mengibareño hace aproximadamente unos 25 años de forma “íntima”, con las reuniones de entre cuatro y cinco amigos que, poco a poco, fue creciendo y llegan ya a la veintena. Hace poco aprobaron los estatutos y en breve los presentarán al organismo competente. Una pasión por la historia de su municipio y, sobre todo, las ganas de sacar a la luz esa parte que no se conocía, fue lo que impulsó su ilusión por el grupo. “Somos gente inquieta que lo único que queremos es que la historia de Mengíbar se conozca y se investigue”, explica Barahona, y añade: “Hace 40 años su historia era prácticamente desconocida, había algunos asuntos muy oscuros, pero elementales y ahora hay un elenco de noticias importantes”. Entre estos descubrimientos destaca la información respecto a la libertad del municipio. En el año 1574 el rey Felipe II concedió la independencia de la jurisdicción de Jaén a cambio de 22.500 ducados. “Por aquel entonces era una barbaridad de dinero y lo pagaron los propios vecinos para que no se hiciera con él don Rodrigo Ponce de León, un cacique que habría convertido el pueblo en un señorío”. Sin embargo, la gente tomó las riendas y compró su propia libertad, algo que se recuerda en una placa destacada del Ayuntamiento. “Aquellas personas pobres se hipotecaron a perpetuidad por su pueblo”, un acto de valor y fuerza que “no debe ser olvidado”. Para ello existe la Asociación Amigos de la Historia de Mengíbar que se reúnen, comparten sus investigaciones personales y las dan a conocer con publicaciones o en actos culturales organizados por el Ayuntamiento. De hecho, destacan la implicación de la administración local, aunque apuntan que “un poco más de ayuda no estaría mal”. La difusión de los resultados de sus investigaciones son importantes, Barahona ya ha publicado libros y también una obra de teatro, esta última centrada en la liberación de Mengíbar. “Hay que conocer la historia y que la gente lo sepa para que no se repitan los errores del pasado, los jóvenes deberían implicarse más”, comenta el presidente, por eso espera que el premio sirva de acicate para las nuevas generaciones.