“Los talleres de confección supusieron una gran oportunidad para que las mujeres tuvieran un poquito de independencia”

PREMIO bélmez de la moraleda

17 ago 2017 / 10:39 H.

“Cuando el Ayuntamiento de Bélmez de la Moraleda me comunicó que me iba a entregar junto a Diario JAÉN uno de los Premios Reino de Jaén Sierra Mágina me hizo mucha ilusión, aunque también es cierto que en el municipio hay muchas mujeres como yo, trabajadoras y que hacen cosas. Así que lo recogeré en nombre de todas ellas”. Satisfecha se mostró, por lo tanto, Leonor Guerrero Sancho por el reconocimiento a su trayectoria.

Desde pequeña, con tan solo 14 años, hizo un curso de confección: “Mi madre fue otra luchadora y comenzó con los talleres de costura que, por aquella época, es lo que llenó de vida al municipio. Trabajé ahí, después me casé y seguí con las labores en mi casa, y tras 6 años viviendo en Granada, volvimos a Bélmez de la Moraleda, donde pusimos otro taller de confección”. También fue un acicate para que muchas vecinas se iniciaran en la confección, puesto que incluso impartió dos cursos. Aunque, reconoció, era raro la persona que no sabía coser en el municipio, puesto que una vez que cerró sus puertas la fábrica de conservas, la única salida para las mujeres era la aceituna y el sector textil: “Los talleres que surgieron supusieron una gran oportunidad para que las mujeres tuvieran un poquito de independencia”, manifestó.

Una tradición que, en cambio, no siguieron sus hijas, que trabajan en Úbeda y Granada, y que les han dado uno de sus principales acicates: sus nietos. Leonor Guerrero también es la presidenta de la Asociación de Mujeres Nacibel. “Unas cuantas amigas pensaron en la posibilidad de formar el colectivo y, aunque yo por entonces no estaba aquí, como me gustan esas cosas me decidí a ponerme al frente y ahí llevo ya la friolera de veinte años”, aseveró Guerrero.

Una asociación que, a lo largo de su trayectoria, ha organizado numerosas iniciativas culturales y formativas: “Nos ha dado muchas salidas en este tiempo, en el sentido de que aquí no hay nada más que bares, y al menos tenemos un sitio en el que reunirnos y hacer actividades”. La cooperativa de aceites les dejó un local para la sede, y están preparadas, puntualizó, para todas aquellas actividades e iniciativas en las que puedan ayudar tanto al Ayuntamiento como a la iglesia o cualquier otra institución. En la actualidad, Nacibel cuenta con unas setenta socias, y aunque conseguir cursos está ahora más complicado, entre ellas se enseñan lo que cada una sabe.

Así, no queda duda de que Leonor Guerrero es una luchadora. En la actualidad, libra una dura batalla con la que denominó como “la enfermedad del siglo”, un cáncer de mama que se trata desde hace, aproximadamente, un año y medio.