“Mi principal satisfacción con la gira es la posibilidad llevar el arte jondo flamenco a municipios pequeños hasta los que nunca había llegado”

“Para mí es un orgullo recibir este reconocimiento y que, además, sea en Sierra Mágina, donde tengo raíces, al ser parte de mi familia de Carchelejo”. Con estas emocionadas palabras se expresó Vicky Romero, quien el próximo viernes recogerá el Premio Arte Flamenco dentro del marco de los galardones Reino de Jaén.

El cante ha acompañado a su familia toda su vida, aunque profesionalmente es la única que se ha dedicado a ello. “Mi padre era un gran aficionado y se entonaba un poco; mi abuela paterna le daba, sobre todo, a las saetas y la materna, a los cantes al compás. Así que cuando empecé, que estaban las dos vivas, sentían una gran alegría de ver que una de sus nietas sacó esa pequeña esencia que ellas llevaban de siempre”, manifestó la artista, quien recuerda que un bisabuelo suyo era cantaor y coincidió, de joven, en el campo con Juanito Valderrama.

“Mis inicios fueron en una Peña Flamenca en Barcelona, donde mi padre emigró. Empecé a bailar y, a los doce o trece años, se creó un grupo rociero al que me apuntó. Ahí me ofrecieron cantar un fandango de Huelva porque ninguno de los componentes lo podían hacer a compás. Me lancé, y después continué cantando en un homenaje a un amigo de la familia por colombianas y alegrías, entre otros palos”, dijo. Una carrera que no ha estado exenta de contratiempos, sobre todo por el hecho de ser mujer. “El mundo del flamenco ha sido más de hombres y a ellos siempre se les apoyó”, subrayó. De esta manera, a pesar de reconocer que los últimos años ha evolucionado, afirmó que queda un círculo más ortodoxo que impide la entrada de gente nueva o a cantaores que no ganen premios como la Lámpara Minera.

Son numerosos los reconocimientos que ha recibido a lo largo de su trayectoria, sobre todo en diferentes peñas flamencas de Barcelona y en certámenes de danza. Igualmente recuerda con especial cariño el de saetera que le otorgó Diario JAÉN. “Es maravilloso que se reconozca el trabajo realizado con la Universidad Popular para sacar adelante la escuela saetera y de flamenco o la gira. Además, ese ego que tienes siempre ahí, de repente surge”, manifestó la reconocida cantaora.

Ahora se encuentra inmersa en la gira “Con sabor añejo”, con poemas de Miguel Hernández. “Empezamos el 15 de julio en Burunchel y hasta el 17 de noviembre, que terminaremos en Torredelcampo, pasamos por La Carolina, Úbeda y Peal de Becerro”, indicó. Municipios pequeños en los que su principal satisfacción es llevar el flamenco donde nunca había llegado. “Eso es todo un honor”, remarcó. La artista valoró la alegría de ver la cara de sorpresa de los vecinos o recibir felicitaciones y comentarios al término del espectáculo.