¿Qué le pasa al Guadalquivir?

La Confederación investiga si es un vertido o consecuencia del caudal bajo

10 feb 2016 / 09:44 H.

El río Guadalquivir amaneció, el pasado 5 de febrero, con una tonalidad más oscura de lo normal. En algunos puntos, el agua llegaba a ser completamente negra. En varios tramos del cauce, los vecinos que se acercaron divisaron pompas de espuma blanca sobre el agua. Fue en ese momento cuando alertaron al Ayuntamiento de lo que ellos pensaban que podía ser un vertido. A día de hoy, todavía se desconocen las causas.

Varios técnicos municipales como, por ejemplo, el biólogo jefe del servicio del Área de Medio Ambiente, Alberto Puig, y la concejal Candela Fuentes se acercaron hasta el lugar para comprobar qué pasaba. Una vez vista el agua, la edil se puso en contacto con la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir a través de un escrito para alertar de la presencia de peces, tanto barbos como carpas, muertos en el fango, tal y como confirmó. Alertó de que la causa podía ser una falta de oxígeno. Hicieron una inspección ocular por la orilla izquierda del cauce aguas abajo, alrededor de unos doscientos metros desde el Puente Romano. A las 13:15 horas del 5 de febrero contabilizaron una veintena peces muertos. Asimismo, desde el Ayuntamiento se solicitó al organismo de cuenca que se realizaran las inspecciones y toma de muestras convenientes para identificar la causa de los fallecimientos la muerte y la posible corrección de las mismas.

Por su parte, el ingeniero jefe de la Confederación, José Martín, explicó que se detectaron varias denuncias por el aspecto que presentaba el cauce del Guadalquivir a su paso por la ciudad. “Se levantó acta del problema a los miembros de la Guardería Fluvial del Seprona, los cuales detectaron un posible vertido en Mengíbar”, explicó. Por eso, se decidió levantar y aumentar el caudal a más del doble del que disponía para, así, identificar si la muerte y color del agua eran motivados por la escasez de caudal y fango o por un posible vertido. Lo que sí confirmaron es que, una vez aumentado el caudal fluvial, será más fácil conocer el motivo causante, que podría darse a conocer en los próximos días.

Por su parte, Izquierda Unida denunció el problema ante el Seprona por un posible vertido de alpechín de alguna almazara cercana a la ribera del río, coincidiendo con el final de la campaña de la recolección de la aceituna.