Nada que ver con hace 40 años

La reforma monumental y la creación de servicios nuevos cambian la ciudad

    08 feb 2019 / 16:51 H.

    Si alguien se fue de Andújar en 1979 y decide regresar en 2019 se sorprenderá por el revolucionario cambio experimentado hasta en el último rincón. La constitución de los ayuntamientos democráticos, hace la friolera de cuarenta años, conllevó una extraordinaria evolución hacia el progreso, el bienestar y la modernización que se palpa en calles, plazas, comercios y centros públicos de cualquier ámbito. Fueron y son los alcaldes y concejales andujareños quienes contribuyeron y contribuyen, gracias a su noble vocación de servicio público, a transformar la ciudad en beneficio de su gente. Hay problemas, pero distan mucho, por suerte, de los de finales de los años setenta.

    Fue, precisamente, hace cuatro décadas cuando personas anónimas, como Antonio Gallego, Miguel Ángel Bellido o Juan Conde, dieron el paso para implicarse en una tarea política que no buscaba mayor pretensión que trabajar por el progreso de su tierra, para hacer realidad cuestiones tan básicas como el alumbrado público o la pavimentación de las calles. Hoy, con los retos del presente y la amenaza de la despoblación del mundo rural por culpa de la falta de oportunidades laborales, la realidad demuestra que Andújar, con Francisco Huertas como máximo dirigente municipal, tiene vida en un contexto provincial con un gran potencial pendiente de explotar.

    El cronista oficial, Enrique Gómez, subraya: “Prácticamente nada o poco tiene que ver Andújar con anterioridad a la constitución del Ayuntamiento democrático”. Enumera infraestructuras que no existían y que, en la actualidad, mejoran la vida de sus vecinos, tales como un polideportivo, una piscina municipal o un nuevo ferial, construido en 1992 en el parque empresarial Europa.

    La creación de nuevos polígonos industriales hizo que despegara la economía cuando hasta entonces solo existía el “Ave María”. Parques infantiles y centros cívicos llenaron de contenido social y cultural los barrios, lo mismo que la edificación de la biblioteca Antonio Machado en el polígono Puerta de Martos. Hay un dato revelador sobre el cambio experimentado por Andújar. Hace cuarenta años los autobuses llegaban a la ciudad y cada compañía tenía su punto de parada en sus respectivas sedes, hasta que, por fin, se construyó la Estación de Autobuses. También los gobiernos municipales, apoyados en administraciones como la Diputación Provincial de Jaén, consiguieron una mejora urbanística más que considerable, con la creación de rotondas, la apertura de calles y la ampliación del casco urbano. Un punto de inflexión, que marcó un antes y un después, fue la declaración, el 28 de julio de 1989, del Parque Natural Sierra de Andújar por parte de la Junta de Andalucía, que dio paso a una política municipal de protección y mejora, con campañas de limpieza y sensibilización por parte del Ayuntamiento. Las I Jornadas Medioambientales, la conversión del antiguo campo de fútbol en el actual Parque de San Eufrasio o la edición de un libro sobre las plantas de este espacio natural son ejemplos de una nueva forma de empatizar con el entorno andujareño.

    No había tampoco, hace cuarenta años, contenedores de papel, vidrio, plástico y pilas. Ni siquiera existía un hospital, como el actual Alto Guadalquivir. Es tal la transformación que, según rememora Enrique Gómez, hubo que sacar las vaquerías del casco urbano y, además, clausurar todos los vertederos ilegales que había en los alrededores. También se dejó de consumir agua del pantano del Jándula y se hizo a través del consorcio de El Rumblar.

    santuario. Andújar, sinónimo de Virgen de la Cabeza, se volcó siempre con todo lo concerniente al santuario en el que se venera a La Morenita, pero mucho más en las últimas décadas. El Ayuntamiento, después de una importante tramitación burocrática, logró del Estado los terrenos y realizó un Plan Especial que dio lugar a su urbanización y cesión para peñas y cofradías. Otro dato: en la Feria de Septiembre se pusieron en marcha medidas higiénico-sanitarias para controlar la venta de productos alimenticios, algo impensable hasta entonces. La recuperación del patrimonio histórico es otro de los hitos más relevantes, con ejemplos como la remodelación del Palacio Municipal, antigua Casa de Comedias, situado en la Plaza de España o la Casa Municipal de la Cultura. El Ayuntamiento adquirió el Palacio Niños de Don Gome, edificó la Casa de la Juventud y el Teatro Principal y creó la primera Escuela Taller y Casa de Oficios. También luchó activamente en la clausura de la Fábrica de Uranio. Son tantos los avances, sociales, sanitarios y urbanísticos, que a Andújar no hay quien la conozca.