Cuarenta años de tradición

La familia alicantina conmemora la apertura de su heladería con sus clásicos productos artesanos

06 abr 2018 / 09:12 H.

La familia Durán llegó a Andújar hace 41 años del pueblo alicantino de Jijona. Tras comprar una heladería y un obrador, el municipio andujareño tiene por tradición dar la bienvenida a la primavera con sus helados. Alfonso Durán, padre, fue avisado por un amigo que estaba trabajando en Linares y que también era del municipio alicantino, de la venta del local que actualmente poseen en la plaza del Castillo. Y desde entonces, hasta ahora, la familia continua viniendo con el cambio estival. De sus seis hijos, cuatro son los encargados del negocio aquí, Alfonso hijo, Yolanda, Ester y Oscar. Además les acompaña Teresa, la mujer de Alfonso Durán hijo. Ampliaron su negocio, actualmente poseen otro local en la céntrica calle Ollerías, junto a la Capilla de la Virgen de la Cabeza. “En Jijona casi toda su población se dedica al trabajo de campaña de turrón en invierno, y de helado en verano. Cada uno va a un punto distinto de España. Puede haber gente en gran Canarias, Ibiza, o por la zona de Andalucía” explica Ester Durán, hija de Alfonso Durán padre.
Pero cada uno de sus habitantes crea sus propios helados. Con una población de unos 7.000 habitantes, Jijona se queda en verano con solo unos 2.000. “Es de agradecer una barbaridad que abras un negocio y la gente te haya echado de menos, que tenga ganas de verte. Que nos digan que como nuestro helado no hay ninguno” afirma Ester Durán. Los helados que realizan siguen la técnica artesanal de su padre, aunque adaptándose a las novedades de sabores, o productos para los alérgicos. Alfonso subraya que para la creación de helados usan leche, junto con el producto natural del que quieren hacer helado. Ponen emulsionante, con el que consigue la unión entre el lácteo y el alimento del que se quiera conseguir un helado. Se pasteriza a 85 grados, unos 20 segundos. Luego se baja la temperatura hasta cuatro grados, pudiéndose dejar así el resultado hasta 72 horas, hasta conseguir la maduración. El heladero subrayó que este paso consiste en: “Conseguir que todos los ingredientes se unifiquen”. Tras su pasterización, se pasa a la mantecadora, “donde pasa de 12 a 13 minutos en agitación, hasta que se transforma en helado”, apunta Alfonso. Y el último paso: “Por ejemplo, si son helados de nata y nueces, pues cuando se saca de la máquina, se le añaden las nueces”, afirmó Alfonso Durán. Destaca que en el proceso de creación de sus helados no utilizan ni siquiera grasa de palma ni de coco.

En cuanto al traslado anual que realizan, Alfonso aclara: “El año se hace muy corto, cada seis meses se hacen maletas”. El mayor inconveniente es la escolarización, tanto de los hermanos cuando se trasladan, como la de sus hijos. “Cuesta cambiarte de colegio, sobre todo el último trimestre”, expone Alfonso, y por ello, sus hijos se quedan en Jijon.