Alegre baño en La Cerradura

El verano es, en La Cerradura, sinónimo de bullicio, pues la población de la pedanía de Pegalajar se multiplica. Con el ocaso de otoño y la cercanía de comienzo del curso académico, el núcleo próximo a la autovía A-44, vive sus fiestas de la Purísima Concepción.

El fin de semana supone la culminación del primer tramo de las celebraciones, con un trasiego continuo de vecinos y visitantes de todas las edades. La jornada sabatina incluyó una convocatoria muy idónea para combatir el persistente calor típico de la canícula. Para ello, la plaza se convirtió en la base desde la que un cañón disparó espuma sobre los más pequeño, que gozaron sumergiéndose en ella. La propuesta, acompañada de vibrante música, coincidió con una invitación a cerveza para los adultos. La ocasión propició la convivencia. Por la noche hubo una verbena, rematada con el baile de la escoba.