La ciudad revive su pasado medieval con el “histórico asalto a la villa”

Fiestas. Más de quinientas personas se suman al pasacalles ataviadas con vestimenta de la época

09 jul 2017 / 11:26 H.

Cómo era una ciudad de frontera en el siglo XIII? Alcaudete revive su pasado con la celebración de las ya consolidadas Fiestas Calatravas. La esperada cita congregó a cientos de visitantes en su jornada más importante. Y lo hizo con el desarrollo de su espectacular desfile al que se sumaron cerca de medio millar de personas, ataviadas con ropa de época. Como si de una verdadera reconquista se tratase, el desfile de moros y cristianos, gentes del pueblo, caballeros calatravos y nazaríes aterrizó para luchar por el preciado Castillo Calatravo.

La fortaleza alcaudetense, rodeada de cientos de lugareños y visitantes procedentes de toda Andalucía e incluso de otras provincias de España, “regresó” a la Edad Media, años en que la Orden de Calatrava reinaba en Alcaudete. Lo hizo protagonizada por la escuadra de moras, cristianas y personajes de época. Cerca de las dos de la tarde, sus pasos por las calle Juan de Alcaudete avisaban de las ganas que tenía el pueblo de “regresar” a la etapa medieval.

A medida que pasaban las horas, vecinos y visitantes veían cerca el momento más preciado de las fiestas: el desfile estaba próximo. Después de una tarde apacible en la que el ambiente crecía por el aumento de turistas que llegaban, se alcanzó la hora, a las ocho y media de la tarde, abrieron los mercados y las tabernas, imprescindibles para que la recreación histórica resulte aún más amena y divertida. Y se produjo el momento señalado, el pasacalles medieval partió, acompañado de un gentío —y, lo más importante, todos ataviados con sus vestimentas—, desde el Parque de Nuestra Señora de la Fuensanta rumbo a la Plaza del Ayuntamiento, en las inmediaciones del Castillo Calatravo, donde se ubica un gran mercado medieval, además de animación de calle y música histórica. Moros y cristianos llegaron al Castillo Calatravo. Quienes los acompañaron —disfrazados para la ocasión— disfrutaron del broche de oro de una cita que, al tiempo que rememora el pasado, mira al futuro y crea tradición. Al concluir el desfile aconteció una de las novedades de la presente edición, la recreación del asalto a la puerta de la villa de Alcaudete por los nazaríes, donde la defendieron las valientes gentes del pueblo y los caballeros de la Orden Militar de Calatrava.

La jornada del sábado también contó con exhibiciones de cetrería, recreaciones históricas, talleres infantiles, mercado artesanal, visitas guiadas y teatralizadas, cenas y diferentes espectáculos ambientados en la época medieval como “El Aro colgante y la cajita mágica”. También contó con un duelo “ante los ojos de Dios” organizado por el colectivo de Calatravos de Alcaudete para comprobar la culpa del traidor que vendió la villa a los nazaríes, que fue otra de las novedades de la cita.

Las fiestas se inauguraron el pasado viernes con un desfile protagonizado por colectivos y bandas de música alcaudetenses. Las fiestas acogieron la celebración del gran torneo del comendador. Hubo justas a caballo con caballeros calatravos, especiales de combate, bufones y juglares. Por primera vez, se celebró la proclamación del comendador de la Villa de Alcaudete, que recayó en la figura de Francisco Alba. En el entorno del Castillo, el cetrero de la encomienda realizó exhibiciones de vuelo con sus aves. Los malabares del bufón Gorrión y los aros bailarines de Dorotea amenizaron a las gentes de la villa, acompañados de los músicos del medievo. No faltaron la animación de calle ni la música medieval. Tampoco los caballos que recorrieron las calles del mercado de la Edad Media.

La duodécima edición de las Fiestas Calatravas concluyen hoy en las tabernas y los mercados y campamentos “medievales” que muestran la forma de vida en la Edad Media. También hay visitas guiadas al castillo y al Centro de Interpretación de la Orden Militar de Calatrava, ludoteca infantil. Está prevista la celebración del Auto de Fe, a cargo de la Santa Inquisición, un combate de caballeros y un pasacalles de fuego por las calles del mercado, que pondrá el broche a la gran fiesta de la historia.