Vuelven las sustracciones en viviendas del municipio

Los ladrones aprovechan la ausencia temporal de los dueños de una casa de la urbanización Fuente del Rey

    20 nov 2016 / 11:34 H.

    Los robos en domicilios de Alcalá la Real vuelven después de algunas semanas más tranquilas. En esta ocasión, los delincuentes asaltaron una vivienda ubicada en la urbanización Fuente del Rey. Penetraron en el chalé la tarde noche del pasado jueves. El botín consistió, principalmente, en ordenadores y algunas joyas y algo de dinero. Sin embargo, para perpetrar el delito los autores revolvieron el interior del inmueble afectado. Entraron, sin dejar huellas, después de forzar una puerta.

    Los malhechores eligieron para cometer la sustracción unas horas en las que las que el matrimonio propietario del domicilio se encontraba en un acto público celebrado en Alcalá la Real. Los hechos han sido denunciados ante la Guardia Civil, que se encarga de la investigación. Vecinos del residencial explicaron a Diario JAÉN que la misma tarde del robo observaron la presencia de un coche sospechoso con cuatro personas en su interior. Sin embargo, no está caro si el vehículo y su ocupantes guardan relación con el caso.

    El asunto ha causado malestar entre los propietarios de la urbanización, un lugar muy frecuentado en el que, además de inmuebles de segunda residencia, hay domicilios permanentes. El chalé asaltado se encuentra a las afueras del residencial, situado a unos dos kilómetros del casco urbano.

    Los robos en viviendas se han prodigado durante el presente año. Uno de los últimos ocurrió el pasado mes de septiembre, en el domicilio de un miembro de las Fuerzas de Seguridad residente en el barrio de La Tejuela. En aquella ocasión el dueño del domicilio, que regresaba del trabajo, comprobó cómo un intruso salía desde el balcón de la casa. Aunque persiguió al ladrón y estuvo a punto de alcanzar, el individuo escapó.

    Los asaltos a domicilios fueron abundantes en invierno y primavera y afectaron tanto a Alcalá la Real como a las aldeas —Santa Ana, Ermita Nueva, La Pedriza y Fuente Álamo—. El “modus operandi” era siempre similar. Los malhechores aprovechaban la ausencia temporal de los residentes en los inmuebles para penetrar en ellos y llevarse dinero, joyas y otros objetos de valor. Sin embargo, en una ocasión los cacos entraron, de madrugada, en una casa del casco antiguo mientras dormían las dos habitantes. Esa misma vivienda sufrió un asalto igual en 2015.