Vidas aplastadas sobre la N-432

Decenas de animales perecen, a diario, en el trazado de la peligrosa carretera

15 oct 2018 / 11:56 H.

Las carreteras se convierten en la tumba para numerosos animales, que sucumben bajo las ruedas de los automóviles o después de recibir un golpe fatal. Cuanto más tráfico registra, más mortífera es para la fauna. Como ejemplo destaca la N-432, que atraviesa el término municipal en sentido noroeste sureste. Cada día hay impactos letales en los alrededor de veinte kilómetros de esta vía, conocida desde hace décadas, en suelo de Alcalá la Real, por los frecuentes accidentes circulatorios.

Un recorrido demuestra que la variedad de especies es mayor de la que podría pensarse en principio. Como ejemplo paradigmático, en noviembre de 2014 se convirtió en noticia el atropello mortal a un ciervo ocurrido en las cercanías de la aldea de Puertollano. El rumiante causó importantes daños en el vehículo con el que impactó de noche, aunque, por suerte, el conductor salió ileso.

Las muertes de animales van más allá de las de especímenes domésticos, por ejemplo, gatos y perros, que también caen víctimas de la carretera N-432, y de las que atañen a tipos de roedores que suelen dejarse la vida sobre el asfalto como los conejos y las liebres. En el tramo que discurre en paralelo al arroyo de la Hondonera —que siempre lleva agua gracias a la depuradora— es relativamente habitual encontrarse a ejemplares de ánade real inertes. Se ven más afectados principalmente los jóvenes que aprenden a volar.

Sin salir del reino de las aves, perecen especies cada vez más raras como el mochuelo y otros predadores, entre los que cabe mencionar a comadrejas y turones. También abundan pájaros habituales en los sembrados como los trigueros y los verdecillos. No faltan animales muy beneficiosos para el medio natural entre los que se hallan los erizos, grandes devoradores de insectos a los que su cubierta de espinas no logra salvar. Además quedan estampados sobre el alquitrán las serpientes, mayoritariamente culebras, cuya trayectoria zigzagueante no evita que las ruedas de los vehículos las destrocen. En este caso, igualmente cumplen un papel fundamental en la cadena trófica del municipio.

Uno de los aspectos que más preocupa es la proliferación de jabalíes, que ya ha ocasionado algunos accidentes con importantes daños materiales en el entorno de Ermita Nueva, por donde se mueven estos mamíferos, sobre todo en sus correrías nocturnas.

Si se ejecuta la autovía, habrá que ver cómo se resuelve la cuestión de la fauna autóctona, ya que este tipo de calzadas supone una barrera, muchas veces infranqueable, para algunos animales. Normalmente se construyen pasos para que las especies más vulnerables tengan a su alcance la posibilidad de pasar de un lado a otro sin fallecer en el intento.