Nuevos hallazgos en El Rastro

El Campo de Arqueología saca a la luz tres viviendas y una calle crucial para la circulación en los arrabales

04 ago 2016 / 12:45 H.

La Fortaleza de la Mota no deja de sorprender por su riqueza oculta en el subsuelo. El Campo Internacional de Arqueología, en el que participan veinticinco jóvenes de varios países, saca a la luz una parte de esos restos, concretamente en el entorno de El Rastro, a los pies de la torre de la Cárcel —mazmorras—. De esta forma, las excavaciones dejan al descubierto una de las calles principales de todo el entramado de los arrabales y algunas viviendas.

La vía pública en cuestión estaba pavimentada con piedras y alcanza, en algunos tramos, una anchura de cinco metros. Su importancia es tal que incluso cuenta con una parte de acera, específica para los peatones. En un lateral, adaptadas al desnivel del terreno, aparecen escalonadas casas de la antigua ciudad.

El arqueólogo Carlos Calvo, responsable de las prospecciones, explica que la calle en cuestión fue fundamental, al tratarse de un nudo que conectaba los barrios de Santo Domingo y San Bartolomé. Desde este punto los carros, cabalgaduras y viandantes que ascendían hacia el interior de La Mota tenían dos opciones. Si continuaban llegaban a la puerta de Zaide —justo debajo de la torre de la Cárcel— y desde allí continuaban, por unos tramos más llanos, hasta las cercanías de la puerta de la Imagen. En cambio, si giraban hacia la izquierda podían acceder al recinto superior por la puerta Nueva.

Por lo que respecta a las viviendas, Calvo indica que hasta ahora aparecieron tres —aunque quedan muchas más—. Añade que se trata de inmuebles de pequeñas dimensiones, al parecer con un huerto posterior. Aunque por ahora no se aprecian bodegas, no se descarta que se localice alguna en la zona. “Pertenecen a una zona de expansión, del siglo XV y época posterior, aunque es posible que en el periodo andalusí existiera en el entorno una especie de corralas”, apunta. Una de las casas ya se terminó de excavar, y cuenta con un pavimento de canto rodado y una suerte de alacena en un muro.

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