La feliz aldea de Susana Díaz

Los vecinos se echan a la calle con sus mejores galas para recibir a la presidenta

08 oct 2018 / 12:09 H.

Decenas de vecinos se agolpaban en la puerta del centro cívico. Desde la una de la tarde, esperaban los coches de la comitiva de la presidenta del Gobierno de Andalucía, Susana Díaz. En cambio, a la una y media, la presidenta subió tranquilamente caminando por la calle. “Ay, nunca esperaba que vinieras a mi pueblo”, le dijo una vecina. “Estoy encantada de conocerte”, le dijo otra mientras que le daba dos besos. “El placer es mío, señora”, contestó la presidenta.

Susana Díaz se presentó en Fuente Álamo, una aldea de Alcalá la Real que está en fiestas. No pisó el lugar del bar y de la verbena, pero recorrió todas las calles del pueblo rodeada de vecinos ataviados con sus mejores galas. “Hijo mío, es que no todos los días viene la presidenta de la Junta aquí”, decía una vecina. El alcalde pedáneo de Fuente Álamo, Manuel Jiménez Aguilera, ejerció como anfitrión y fue en el encargado de enseñarle la aldea. Justo en la puerta del Centro Cívico, la paró una mujer mayor: “Ay, no te esperaba así”, le dijo; a lo que Susana Díaz contestó en un tono cargado de ironía: “En la televisión salgo más gorda y mayor”.

Un niño entró en más detalles: “¿Cómo está tu niño?”, a lo que ella respondió que bien. En cambio, no se conformó: “¿Y vas a tener otro?”. Entonces, la presidenta le dijo riendo: “Pues, no sé si me va a dar tiempo porque ya soy mayor”. Claro, la pregunta siguiente se la puso en bandeja: “¿Cuántos años tienes?”. Susana Díaz le contestó: “Pues, en unos días cumpliré 44”. La presidenta nació el día de San Lucas (18 de octubre). Entonces, el pequeño despidió a la presidenta diciéndole: “Pues, te veo y pareces mucho más joven”. Entonces, Susana Díaz le plantó dos besos.

Santiago Cano fue alcalde pedáneo durante lustros de Fuente Álamo. Ahora, es un adorable anciano, que no dudó en ponerse su mascota en la cabeza, coger su carpeta llena de documentación y acompañar a la presidenta de la Junta por el recorrido. Llevaba una sonrisa de oreja a oreja —aparece en la imagen de la izquierda de la parte inferior de esta página—. Mientras que caminaba, le explicaba cómo se hicieron las calles del municipio dentro de unas referencias que se centraban en mostrarle la expansión del núcleo urbano, en la que destacaba el esfuerzo de los vecinos.

Llevaron a Susana Díaz a que viera el Centro Cívico y la Iglesia de San Antonio. Pese a que se trata de una pequeña aldea, tardó más de una hora entre un lugar y otro, ya que la presidenta se para con todo el mundo y no tiene prisa. No había nadie más importante que la presidenta. De hecho, muchos vecinos les daban sus teléfonos al presidente de la Diputación, Francisco Reyes, o a la delegada del Gobierno, Ana Cobo, para que les tomaran una fotografía con Susana. La visita duró alrededor de 75 minutos, pero fue bastante intensa. Susana Díaz es una política de trato muy cercano y eso se nota. Hasta hubo una vecina que le contó un asunto de tipo personal y lo hizo al oído. Luego, le entregó una documentación. La presidenta dijo que la pusieran dentro de su coche. Sin duda, una visita a las fiestas de Fuente Álamo que los vecinos nunca olvidarán.