Jubilación de un gran enseñante

José Sáez Puerma se retira después de más de tres décadas en la SAFA

26 mar 2018 / 09:28 H.

Pocas personas tienen el privilegio de José Sáez Puerma, conocido cariñosamente como “Pepe Puerma”, de haber desarrollado la práctica totalidad de su vida laboral en el mismo lugar de trabajo e igual empresa. El docente acaba de jubilarse después de cuarenta y dos años y medio en la SAFA de Alcalá la Real, el centro donde estudió antes de hacer la oficialía y la maestría industrial en el centro de Úbeda.

Pepe Puerma comenzó en la residencia como formador, y después se encargó de las práctica de taller en Formación Profesional. Se trata de una persona muy apreciada por toda la comunidad educativa. Muestra de ello es la elevada asistencia a la comida con la que se le homenajeó. Con él se va de la institución otro profesor emblemático, como ocurrió, hace unos meses, con el enseñante de Matemáticas Adolfo Díaz. Según manifestó en la despedida, José Sáez tiene una sensación ambigua. Por un lado, de satisfacción por disfrutar del descenso después de una dilatada trayectoria laboral y, por otro, de cierta tristeza, por dejar un lugar donde cuenta con muchos amigos y donde ha vivido experiencias enriquecedoras. A partir de ahora, con sesenta y cinco años y en perfecto estado de salud, espera dedicarse a la familia y a una de sus grandes pasiones, la bicicleta. Se trata de una persona muy solidaria, de modo que que, hasta semanas antes de alcanzar la edad límite, ha donado sangre.

La comunidad de la SAFA despide con palabras de cariño al alcalaíno Pepe Puerma. Una de sus compañeras en el centro, Rosa Sánchez, destaca su talla profesional y personal. Valora el magisterio en cursos especialmente complicados, como el PGS, el PCPI y, más recientemente, la FPB, y elogió el orgullo de haber sacado adelante a alumnos que necesitaban y necesitan docentes con su valía y talla humana. “No se puede comprender la figura de Pepe Puerma sin tener en cuenta y valorar su capacidad de gestión. Buena prueba de ello la constituye su compromiso con tareas menos gratificantes que la docencia, pues fue jefe de Estudios y presidente del comité de empresa, aparte de su permanente colaboración con todas las ampas del centro en aquellas actividades para las que se le requirió. En definitiva, se ha jubilado un docente con mayúsculas, de esos en los que seguramente pensaba el líder surafricano Nelson Mandela, cuando afirmó: ‘La Educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo”, remarcó la profesora de la SAFA de Alcalá la Real.