Imaginación para abrir la feria

Los gigantes y los cabezudos y la comida de los mayores marcan el primer día

22 sep 2016 / 10:36 H.

La Real Feria de San Mateo 2016 ya está aquí. La convocatoria lúdica, que durará hasta el domingo, arrancó con cielos despejados y temperaturas agradables. La programación de la primera jornada experimentó un cambio sustancial en comparación con otras ediciones. Se trataba de la comida ofrecida por el Ayuntamiento a las personas mayores, que solía celebrarse el último día.

La caseta municipal albergó a setecientos comensales. Los anfitriones, en representación de la Corporación, fueron el alcalde, Carlos Hinojosa; la concejal de Servicios Sociales, Igualdad y Participación Ciudadana, María José Aceituno, y el de Obras, Servicios y Festejos, Custodio Valverde. Los ediles conversaron con los presentes en las instalaciones, que degustaron paella, aperitivos y bebidas. Entre los presentes se encontraban componentes del colectivo de la tercera edad, pero también de centros de discapacitados junto con sus monitores. El acto fue amenizado por actuaciones musicales. Primero llegó el coro y el grupo de guitarra del centro de mayores del Camino de la Magdalena. Luego tomó el relevo la orquesta Ándalus, que deleitó a la concurrencia con su animadas canciones.

La tarde-noche estuvo marcada por una actividad que alegró a niños y adultos. Se trataba del tradicional desfile de gigantes y cabezudos. Partió desde las inmediaciones del Ayuntamiento, pasadas las ocho, y discurrió por El Llanillo, la calle Álamos y la Avenida de Andalucía hasta llegar al recinto ferial. La comitiva incluyó la presencia de numerosos personajes infantiles y de actividades de animación. Los cabezudos lanzaron caramelos durante el trayecto, de alrededor de una hora de duración, mientras que la música correspondió a la banda de la asociación Pep Ventura. A la llegada al recinto, presidido por una reproducción de la desaparecida puerta de los Arcos, se vivió otro de los momentos especiales de “San Mateo”. Una multitud esperaba a las figuras que cerraron su itinerario con un frenético baile colectivo. Luego se procedió al acto de encendido de la portada y el alumbrado. La programación nocturna de la jornada en la caseta municipal consistió en una verbena, que corrió a cargo de la orquesta Ándalus.

Como de costumbre, ya desde el primer día, la convocatoria de ocio atrajo a numerosos alcalaínos y a visitantes, principalmente llegados desde otros puntos de la comarca Sierra Sur de Jaén.