“Esto es un sinvivir cada día”

José Jiménez, un vecino de la calle Fuente Nueva, afirma que decenas de vehículos se encajan en su casa

18 ene 2019 / 12:02 H.

Aquí no hay quien viva”. Aparte del título de una exitosa serie de televisión podría ser el resumen de cómo se siente en su domicilio José Jiménez. Este hombre, que reside solo en el número 54 de la calle Fuente Nueva —en un estrechamiento situado en una curva con fuerte pendiente a solo unos metros de la intersección con Utrilla— dice que, “sin exagerar”, en los trece años que lleva en el domicilio cuenta por centenares los vehículos que han quedado encajados contra la fachada, a menudo con daños. Una anécdota que refleja la situación es que Jiménez siempre tiene listo un cuaderno y un bolígrafo para tomar nota de las matrículas, pues hay conductores que huyen.

El último sobresalto ocurrió el miércoles por la mañana, cuando la furgoneta de una empresa acabó atrapada en esta ratonera. Según fuentes vecinales, el GPS —como en otras ocasiones— condujo por allí a los jóvenes que viajaban en ella. Después de momentos de desconcierto y tensión, la pericia del dueño de una empresa de grúas, que empleó un gato, hizo que pudiera salir, junto con la inestimable ayuda de la Policía Local. Eso sí, hubo algunos daños en la vivienda de José Jiménez y en la situada justo enfrente. Esta incluso ha perdido uno de las baldosas de la fachada, circunstancia atribuida a un camión de bomberos.

En poco más de un mes ya van tres casos similares. “Esto es un sinvivir cada día”, resume Jiménez, quien detalla que los impactos se producen a cualquier hora, incluso de madrugada, lo que hacen que esté siempre soliviantado. Buena parte de los choques se producen contra un mojón colocado justo al lado de la puerta, que está muy desgastado a causa de los accidentes. Se quedan inmovilizados allí desde coche hasta voluminosas furgonetas de más de 3.500 kilos.

El vecino de Alcalá la Real y los habitantes del entorno, que también han tenido que echar una mano, para auxiliar a los azorados conductores, piden una solución. Más que peatonalizar este tramo, lo que piden es que se instaure el sentido único —preferiblemente ascendente— o que, al menos, se coloque una limitación de peso en el cruce con la calle Utrilla. El concejal de Seguridad Ciudadana, José Antonio Bermúdez, indicó que la situación se pasará a la comisión de Tráfico para su estudio.

En el casco antiguo se dan problemas en estrechamientos como, por ejemplo, el situado entre las calles Abad Moya —Lecheros— y Cronista Benavides Luna.