Haz lo que amas, María Jesús Pérez

11 mar 2019 / 12:31 H.

Desde muy niña, en Alcalá la Real, veía a su madre, modista, cortar y coser los trajes a medida. Recuerda que cogía los retales desechados para hacer con ellos bocetos de novia y fiesta, colecciones que aún conserva en algún armario. María Jesús Pérez Ramírez siempre tuvo claro su sueño: diseñar moda, pero su madre, conocedora de lo sacrificado del oficio, le recomendó estudiar cualquier otra cosa. Tras sus años de colegio en Cristo Rey y en la SAFA, estudió Traducción e Interpretación en la Universidad de Córdoba, Inglés y Alemán, y en la misma ceremonia de graduación, con su título en la mano, le dijo a su madre: “Me voy a Sevilla a estudiar Diseño de moda”.

—¿No le convenció la carrera?

—Me gustan los idiomas y debo decir que me sirvió... Cuando llegué a Sevilla tenía más formación que la mayoría de los estudiantes de Diseño. Pero también es cierto que soy muy emocional y necesito que me guste lo que hago. Creo firmemente en ese aforismo, ¿cómo era? Haz lo que amas.

Durante dos años, 2015 y 2016 participó en el Programa Desencaja del Instituto Andaluz de la Juventud que busca premiar, destacar y promocionar profesionalmente las mejores propuestas creativas de los jóvenes andaluces, quedando finalista en ambos certámenes, lo que le permitió presentar sus colecciones en Simof, el gran escaparate internacional de la moda flamenca. En la primera, “Lady Abril”, los trajes estaban bordados en pata de gallo y espiguilla. En la segunda, “A través del espejo”, la colección, en blanco, azul, rojo y gris, luce cristal de Swarovski y nos habla de la madurez, del paso de niña a mujer.

En 2017 presentó en Andújar Flamenca su colección “Cielo andaluz” y en 2018, “Ensueño”, en el Cortijo El Madroño, en Martos.

—Preparar una colección debe resultar costoso...

—Sí, es muy caro, y más cuando estás empezando. Prácticamente inviertes todo lo que ganas, por eso hay que pensarlo bien y no dar pasos a ciegas, sino ubicar bien las colecciones para conseguir una clientela objetiva que valore el trabajo a medida.

Su marca es “Airam Beige”, firma de costura a medida en la que priman los detalles y los acabados impecables. En su atelier de Alcalá la Real, que comparte con su madre, diseña y confecciona a medida trajes de novia, madrina, flamenca, chaquetas...

“Me gusta dejar mi sello personal, que se note que es mío, pero sin despersonalizar”, afirma.

—¿La ropa a medida dura más?

—Mucho más... Un traje bien hecho dura toda la vida. Lo que no es artesano tiene menos calidad, por eso se tira mucha ropa.

Para diversificar su negocio, además de Airam Beige, María Jesús ha abierto en Alcaudete las puertas de “A bordarlo”, un comercio especializado en bordados y personalización de prendas. Posicionada en el mundo del diseño con apenas 27 años, ahora lo que busca es crecer y consolidar ambas empresas para, tranquilamente, preparar una nueva colección enfocada para un evento importante y con un público adecuado.

“La clientela que confía en ti, la tienes para siempre”.

Prácticamente todo lo que diseña es para mujer. Reconoce que la sastrería de hombre, además de ser más difícil, no es algo que le encante precisamente y que, aunque no lo parezca, ellos dan más vueltas que las mujeres.

Trabajadora incansable, admite que el trabajo la obsesiona y, absorta en sus creaciones, las horas vuelan sin que apenas lo note. Confiesa que su mayor virtud, ser muy clara, a veces se convierte en su mayor defecto porque hay personas —afirma— que se toman las cosas muy a pecho y, sin embargo, las opiniones son solo opiniones, no juicios.

Su principal proyecto es levantar sus empresas, pero no solo por vivir mejor, sino para crear empleo y riqueza. El poco tiempo que le queda lo dedica a descansar y pasar un rato con sus amigos tomando un vermú. Le apasiona la música de los 80 y los 90 y, sobre todo, dar un paseo tranquila por el campo con su perro “Hagrid”, un mastín blanco atigrado que pesa más que ella. Le encanta viajar, leer, su generación creció con Harry Potter, y una de sus novelas favoritas es “Orgullo y prejuicio” de Jane Austen.

—¿Un sueño?

—Mi sueño se llama Airam Beige...