A prisión por el violento asalto a un anciana de Jimena

Presuntamente, abordaron a la víctima en plena calle para quitarle sus joyas

    22 jun 2016 / 11:30 H.

    La Guardia Civil ha detenido a tres ciudadanos rumanos acusados de perpetrar el violento asalto sufrido por una vecina de Jimena, a la que llegaron a asfixiar para quitarle una cadena de oro que llevaba al cuello. El juez Miguel Sánchez-Gasca envió a prisión preventiva a los tres presuntos autores, dada la gravedad de los hechos que se les imputan y el riesgo de fuga para eludir la acción de la Justicia.

    Los hechos ocurrieron en la mañana del lunes en plena calle. Los tres arrestados —dos mujeres y un hombre de edades comprendidas entre los 23 y los 41 años— se acercaron a la víctima, que iba caminando por la calle, en un Audi A-76. Según el magistrado instructor, “seguían un plan preconcebido” para desvalijar a la mujer. Pusieron en marcha el robo con el procedimiento del “abrazo”. Así, las dos mujeres se bajaron del vehículo y se acercaron a la anciana, mientras que el varón se quedó vigilando dentro del automóvil en el que después huirían. En un primer momento, las asaltantes comenzaron ofreciéndole bisutería a la anciana. Después, comenzaron a “abrazarla” e, incluso, a arrinconarla contra la pared, mientras ella intentaba zafarse. Entonces, se produjo un forcejeo, en el que las detenidas, presuntamente, le pusieron las manos en el cuello. La víctima creyó que iban a asfixiarla. En ese momento, las ladronas se llevaron la cadena de oro y escaparon en el coche que conducía su compinche y que las estaba esperando en un lugar cercano.

    Apenas media hora después de los hechos, la Guardia Civil conseguía detener a los tres presuntos autores del robo. Ya no llevaban encima el botín sustraído. La víctima los identificó plenamente como sus asaltantes en la rueda de reconocimiento practicada ayer mismo en la Comandancia. Por la tarde, el juez instructor decretó su ingreso en prisión preventiva por el riesgo de fuga. El magistrado Miguel Sánchez-Gasca explica que los detenidos carecen de arraigo familiar, no tienen trabajo conocido, viven de pedir en la calle y, según manifestaron, su domicilio es una chabola de Madrid. “Es sorprendente lo que dicen y que viajen en un vehículo de alta gama”, razona su señoría. Por todo ello, ordena que vayan a la cárcel hasta la celebración del juicio por un delito de robo con violencia a las personas.