Victoria apagafuegos de un Linares herido

El conjunto azulillo consigue tres puntos en un partido que se complica tras el empate del Maracena

29 ene 2018 / 11:02 H.

El Linares cerró la semana más convulsa de la temporada con una victoria que serviría para retomar parte de la confianza perdida. Numéricamente permite recortar puntos con la cabeza de la tabla, pero esto queda en algo meramente anecdótico tras las últimas derrotas. Frente al Maracena, Molina plantó sobre el césped su once titularísimo, bajo el 4-3-3 que lleva implantado desde su llegada. Más allá del bofetón anímico reciente y la bajada de motivación, el técnico facilitó mucho la tarea a los suyos con el nuevo sistema de juego. Y, probablemente, el mediocampo sea el principal beneficiado pues el reparto de roles está definido y eso permite que cada jugador sepa qué hacer. Pablo Ortiz ocupa el mediocentro, al meterse entre centrales en salida de balón y al ser el encargado de iniciar cada ataque; Sergio Ortiz, como interior derecho, es el gestor de cada posesión en campo rival; y Juanfran, por su parte, desde el interior izquierdo, se encarga de dar profundidad y desborde a la línea de medio campo, y quizá sea el principal beneficiado pues ve su fútbol enormemente potenciado al contar con Pablo y Sergio junto con él. Ayer fue el hombre más destacado del partido y encontró en el sector zurdo un espacio para dañar continuamente al conjunto maracenero.

El Linares, sin hilvanar el fútbol que en casa muestra este año, se marchó al descanso con un cómodo 1-0 gracias al decimosegundo tanto en liga de Pekes. En el 17, Juanfran recibió pegado a banda, condujo hacia dentro y sirvió un perfecto pase al hueco para que el canterano aumentase sus cifras. Sin brillo pero con contundencia, el Linares tenía el partido donde quería. Pero el paso por vestuarios trajo un cambio de guión y el Maracena volteó las tornas pronto tras un riguroso penalti de Palomeque. Herrera no perdonó desde los once metros y, durante media hora, el cuadro granadino fue absoluto dominador. Más aún tras los cambios de Jaime Molina, pues el míster arriesgó en pos de recuperar la ventaja en el marcador y, aunque el equipo ganó peligro por fuera con las entradas de Siles y Chomfli y presencia en el área con Aguilera, acusó la salida de Pablo Ortiz. El Linares pasó a 4-4-2, se defendió con Sergio Ortiz y Juanfran en el doble pivote y ahí, a espalda de ambos, Javier y Jorge olieron sangre. El cuadro de Andrés Barrio cuajó muy buenos minutos, rajó por dentro a la zaga azulilla y cerca estuvo de remontar. El palo primero y Lozano después lo evitaron, y cuando mejor estaba el partido para el Maracena, el Linares se cobró la cuenta. Juanfran volvió a asomarse al balcón del área, profundizó hasta línea de fondo y Siles, al segundo palo, remachó a las redes. Tres puntos para olvidar una tormentosa semana. La temporada se puede hacer larga en zona de nadie pero, al menos, que el Municipal de Linarejos pueda seguir disfrutando de buenos partidos, de los suyos.