Una novela
de aventuras llena de tintes jiennenses

Amor, intriga y suspense de unen en una novela histórica con tintes de la narrativa fantástica. Así, Juvencia (La maldición de la eterna juventud), la obra número 30 de Luis Miguel Sánchez Tostado, narra una historia dividida en dos épocas, el siglo XVI, con Juan Ponce de León a la cabeza, y la actualidad, cuya protagonista es la valerosa antropóloga Brenda Lauder.

Una aventura trepidante que le crea un gran orgullo a su autor. Tras cuatro años de trabajo, Luis Miguel Sánchez presentó su obra Juvencia (La maldición de la eterna juventud), un trabajo avalado por Juan Eslava, quien dice de ella: “Una gran epopeya americana, una lectura arrebatadora desde la primera página”. A través de la técnica del “flashback”, la novela sitúa a dos jiennenses en el viaje de Ponce de León, en 1521, en la búsqueda de la Fuente de la Juventud. Estos dos personajes son el infante Íñigo de Velasco y su escudero, quien propagará las hazañas de su señor tras la vuelta en la Plaza de Santa María. Un salto temporal lleva al lector hasta el siglo XXI, donde la antropóloga Brenda Lauder conseguirá hacerse con el elixir de la eterna juventud. Un hecho que provoca que sea perseguida por la CIA y un grupo de masones, quienes tratarán de hacerse con este valioso objeto. Así, la doctora tendrá que impedir que esto ocurra, pues podría ocasionar un desatre para toda la humanidad.

“Es una novela que tiene muchos ingredientes y muchos atractivos. Tiene intriga, suspense, un argumento sólido y muy documentado. Tiene mucho humor, algo muy necesario en los tiempos que corren y también amor, una historia preciosa. Pues, nos guste o no es lo que hace que el mundo marche y merezca la pena vivir en él”, explica su autor.

Este libro contiene, además, un gran número de guiños a Jaén. Una ciudad que está muy presente en la obra, pues, además de ser uno de los lugares donde se desarrolla, muchos de sus personajes secundarios pertenecen a la farándula de esta provincia. Juan Eslava, Rafael Cámara, Juan Carlos Castillo Armenteros o Miguel Ángel Karames son algunos de los que aparecen en esta novela que, con sus ventas, también dona el 5% de los beneficios a la asociación jiennense Adacea.